EEUU presionó para impedir la venta de equipos europeos de fabricación de chips a china

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Según ha informado un importante medio de comunicación, altos funcionarios de Estados Unidos llevaron a cabo una agresiva campaña de presión para que el proveedor holandés ASML no vendiese equipos avanzados de litografía al fabricante chino SMIC. Con ello pretendían bloquear las capacidades de la incipiente industria china de semiconductores, que está avanzando cada vez más en la fabricación de memoria, procesadores y otros componentes electrónicos fundamentales en la era digital.

Esta información, que ha sido difundida por la agencia Reuters, sugiere que Estados Unidos habría estado detrás de la decisión final del proveedor holandés ASML de no vender sus más avanzados equipos de litografía a las empresas chinas. Con estas máquinas de gama alta la industria del país asiático podría alcanzar nuevos niveles en la fabricación de semiconductores como la memoria, los procesadores, los chips de comunicaciones y chipsets diseñados para la inteligencia artificial, entre otros productos de nueva generación, algo que no interesa a la industria norteamericana.

La información dada a conocer muestra que altos funcionaros estadounidenses habrían orquestado una campaña extensa y agresiva con el fin de bloquear esta venta, y señala que el mismísimo Secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, se habría reunido con el Primer Ministro holandés, Mark Rutte, para tratar este tema. El informe en que se basa este artículo afirma que en esta reunión se emplearon documentos clasificados de la administración norteamericana para sustentar el caso contra esa venta.

La finalidad de esta maniobra era romper el acuerdo que la compañía holandesa había firmado anteriormente con un cliente chino no revelado públicamente en aquel entonces. Aunque medios orientales revelaron posteriormente que se trataba de Semiconductor Manufacturing Internactional Corp. (SMIC), el principal fabricante chino de semiconductores para computación. Con la ruptura de este acuerdo, que databa de 2018, la firma china sufre un varapalo a sus planes de futuro, aunque presumiblemente tratará de tecnología similar de otros proveedores de la industria.

Por su parte, las autoridades holandesas se han negado a realizar declaraciones al respecto, aduciendo que tiene el poder de tomar decisiones soberanas en acuerdos de venta de tecnología de doble uso (civil y militar). Aunque cabe destacar que poco después de la ruptura de este preacuerdo, el 30 de junio de 2018, expiró la licencia de exportación otorgada por el gobierno holandés a ASML, un permiso que no ha sido renovado.

Estas estrategias de presión por parte de Estados Unidos están abarcando diferentes sectores estratégicos para su industria, y su gobierno las está combinando con una serie de políticas comerciales agresivas, todo con el fin de minar el gran potencial de China en mercados clave como los tecnológicos. Pero, a pesar de las dificultades a las que se ven sometidas, las empresas del país asiático están forjando alianzas estratégicas con otros países, especialmente de su entorno, para poder avanzar en los campos más punteros de la tecnología moderna, algo que podría dar sus frutos a lo largo de la próxima década.