Big Data, inteligencia artificial, ¿y ética?
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Las tecnologías de Big Data e inteligencia artificial permitirán numerosos avances en los próximos años y muchos de ellos pueden tener un impacto social muy positivo, pero siempre y cuando haya unos principios éticos detrás, según algunos expertos que han participado en un evento de PWN Madrid y Telefónica Open Future.
La inteligencia artificial, el big data y la ciberseguridad han protagonizado los tres paneles de expertos de la tercera edición de los Impact Innovation Talks, que organizaron por PWN Madrid y Telefónica Open Future (TOF) con motivo del Día Internacional de la Mujer Emprendedora.
Según los expertos, tanto el Big Data como la IA van a jugar un papel crucial en el futuro de la sociedad y las empresas, al permitir avances en muchas áreas como, por ejemplo, medir el impacto económico de terremotos, utilizar las imágenes de satélites para identificar áreas con riesgo de inundaciones, monitorizar la propagación de pandemias o utilizar datos de teléfonos móviles para analizar ratios de alfabetismo en áreas remotas.
En opinión de Pedro Antonio de Alarcón, Head of Big Data for Social Good en Luca, la división de servicios de Big Data y analítica de datos empresariales de Telefónica, “los datos derivados de nuestra actividad digital son un activo revolucionario para impulsar el Bien Social y el Desarrollo Sostenible, pero si no se manipulan de forma segura y se garantiza su finalidad ética pueden devenir en todo lo contrario”.
Siguiendo en la misma línea, el experto de Luca señaló que “los algoritmos y la IA no solo debe alimentarse de datos, sino de principios éticos y de transparencia para asegurarnos de que su eficacia no vulnera los derechos de los ciudadanos. Si no tenemos cuidado, el Big Data puede convertirse en una variación del Gran Hermano de George Orwell”.
Por su parte, Rebeca García, directora de Gartner Consulting para España y Portugal, incidió en que el “lado luminoso” del Big Data como fuente masiva de información que puede ser utilizada con fines sociales. ”Existen 6 billones de teléfonos móviles en el mundo y 80% de ellos se encuentran en países en desarrollo. Esto nos facilita una red de sensores sociales que genera información 365 días al año. Las posibilidades, según parece, son infinitas”.
Ambas son tecnologías, sin duda, que tendrán un amplio recorrido. Sin embargo, como explicó el director del Instituto de IA en el CSIC, Ramón López, la inteligencia artificial tiene importantes retos por delante en los próximos años, entre ellos “dotar a las máquinas de sentido común”.
Según este investigador, “hemos exagerado la capacidad del IA para resolver problemas. El mundo real es mucho más complejo que un juego de damas o de ajedrez. La IA ha tenido grandes éxitos pero allí donde se necesita el sentido común, falla. A día de hoy, la IA sigue requiriendo de mucha CIENCIA, con mayúsculas”.
Seguridad
Durante el evento también se abordó el tema de la ciberseguridad. Yaiza Rubio, analista de inteligencia de ElevenPaths y primera mujer hacker española en participar en las conferencias más importantes de ciberseguridad del mundo, como DefCon & BlackHat en Las Vegas, explicó que “un 78% de las personas que reciben e-mails con enlaces desconocidos los abre por curiosidad, aun sabiendo el riesgo que corren de que su ordenador se infecte con un virus. Lo mismo que protegemos nuestros objetos físicos, también debemos proteger los virtuales que contienen datos confidenciales y nuestra información personal”.
Por su parte David Barroso, responsable de inteligencia de seguridad en Telefónica Digital y fundador de CounterCraft, señaló que “hoy en día parece que estamos en guerra. Cualquiera puede espiarte o robarte información. Las empresas tienen que acostumbrarse a vivir con el enemigo dentro porque cuanto antes lo echen, antes llegarán otros. Hay que formar a los que deciden para que tomen las mejores decisiones. Mi estrategia es engañar a los atacantes para que no sepan que son vigilados”.
La apertura del evento corrió a cargo de Blanca Drake, responsable de la iniciativa de Telefónica Womens Age, mientras que Raquel Cabezudo, presidenta de PWN Madrid, intervino para cerrarlo. Ambas incidieron en que es necesario impulsar el emprendimiento femenino.