950 millones de dólares fueron sustraídos de servicios de intercambios de criptomonedas y billeteras, casi un 260% más que en 2017. El resto se corresponden con estafas, como las ofertas ICO fraudulentas, los falsos sitios de intercambio y los esquemas Ponzi.
Tras un 2018 preocupante a nivel de protección de datos y seguridad, protagonizado por ataques masivos a la gran cuenta, la diversificación de las amenazas y la dispersión de los datos corporativos, las empresas deben poner foco en medidas de ciberseguridad más eficientes.
En 2018, el panorama de ciberamenazas cambió significativamente. Los ciberdelincuentes y los hackers patrocinados por el estado han avanzado aún más sus motivaciones y tácticas. La creciente monetización contribuyó a la aparición de los criptomineros entre las principales amenazas.
El malware cuenta con una gran cantidad de trucos para convencer a los internautas de que paguen por servicios falsos, y también puede robar criptomonedas, todo a través de una extensión de navegador maliciosa. Ataca a usuarios de Google Chrome, Mozilla Firefox y Yandex.
Junto con el auge de los criptomineros, se registró un crecimiento del 500% en la actividad de las botnets. Los ataques al DNS, en los que un atacante intenta reconfigurar los dispositivos para confiar en un servidor DNS malicioso, también aumentaron un 500% con respecto a 2017.
Una quinta parte de los incidentes de robo de datos involucraron credenciales de cuentas. Debido a que las personas a menudo las reutilizan, los atacantes pueden usar las mismas credenciales para acceder a sitios más confidenciales, como los relacionados con información médica.
En el proyecto, lanzado por abuse.ch, han colaborado 265 investigadores de seguridad, que han identificado una media de 300 sitios de distribución de malware cada día. Estos sitios permanecen activos una media de 8 días, tiempo suficiente para infectar miles de dispositivos diarios.
El aumento se registró tanto en el mercado de hardware como de software, y en productos diseñados tanto para clientes de grandes empresas como dirigidos a pymes. El mayor impacto se produjo en la seguridad endpoint, que creció un 12,6%. Las ofertas de compañías como Trend Micro, Symantec y Check Point experimentaron una fuerte demanda.