Indra ayuda a mejorar la experiencia de los viajeros de Metro de Madrid

  • Estrategias digitales

Tras ser adjudicataria de una licitación pública, Indra ha desarrollado los primeros prototipos de los nuevos sistemas de venta de billetes de Metro de Madrid, para mejorar la experiencia de sus usuarios mediante la creación de un entorno digitalizado.

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Metro de Madrid está trabajando, desde su Centro Tecnológico de Estaciones de Metro, en nuevos sistemas de control de accesos y de venta de billetes, un proyecto en el que le acompaña Indra y cuyo objetivo es mejorar la experiencia del viajero a través de un entorno más digitalizado.

Según explica la firma tecnológica, las nuevas máquinas automáticas de venta de billetes y sistemas de control de accesos, basadas en la línea de soluciones Mova Collect de Indra, permitirán a los usuarios obtener información e interactuar con las máquinas gracias a una usabilidad similar a la de un smartphone, validar su viaje tanto con su tarjeta de transporte como a través del móvil o de la tarjeta de crédito en un futuro y acceder al suburbano de una forma más sencilla, cómoda y ágil. Esta máquina, llamada Smart-TVM, marca “una nueva generación de sistemas de billetaje que cambia el concepto tradicional de los equipos de venta automática por uno más ambicioso y evolucionado”, asegura Indra. 

Su estética es más atractiva y digital, con una pantalla táctil de 43 pulgadas que permite la emisión en gran formato de toda clase de información para el viajero: itinerarios, mapas de estación o tablas horarias. Puede ser, además, utilizada como videowall, de forma que Metro de Madrid tiene la posibilidad de mejorar su interacción con el usuario, que puede resolver dudas o dar avisos, a la vez que amplía su horizonte de negocio, potenciando la emisión de carruseles publicitarios, anuncios interactivos y otros contenidos multimedia.

Como formas de pago, ofrece la posibilidad de utilizar tarjetas bancarias tanto con chip como contactless, smartphones (a través de Google Wallet y Apple Pay) y efectivo. Adicionalmente, la Smart-TVM permite obtener asistencia online mediante un kit de interfono y cámara IP conectado a un Centro de Atención al Usuario, desde donde se atienden las llamadas y se gestionan los datos del viajero para poder suministrar ayuda y atención personalizada a cada viajero. Para facilitar la interacción, las máquinas automáticas estarán equipadas con tecnología de lenguaje natural.

Los prototipos de estas máquinas ya han sido revisados y probados por el cliente y se están fabricando los primeros equipos contratados para la estación de Gran Vía.

Los sistemas de control de accesos también suponen una gran innovación tecnológica, dado que tendrán total conectividad y contarán con un lector de tarjetas sin contacto que permitirá utilizar el móvil, a través de la tecnología NFC o, incluso, la tarjeta bancaria con contactless como soporte físico de viaje.

Además, los sistemas romperán con la estética tradicional de los equipos en Metro, pasando a unas líneas mucho más futuristas y vanguardistas, lo que reduce la sensación de barrera física y contribuye a mejorar la experiencia del usuario. Serán más estrechos y dejarán un mayor espacio de paso para una mayor comodidad y estarán adaptados para todo tipo de viajeros, mejorando la accesibilidad. También ofrecerán información en inglés para facilitar el acceso a los turistas.

Además de las ventajas que pueden aportar a los usuarios del suburbano, Metro de Madrid podrá beneficiarse de una gestión eficiente y segura. Los equipos cuentan con materiales antivandálicos y al no existir los billetes en papel y magnéticos y evitarse todos los elementos mecánicos que implican y que necesitan ser reemplazados periódicamente, el mantenimiento de la tecnología será menos costoso y la operación del transporte también será sostenible y respetuosa con el medioambiente.

Indra está realizando un piloto pionero para generar un mapa de calor del suburbano mediante fibra óptica, cuyo fin es estudiar el posible aprovechamiento de esta energía, así como para facilitar la detección de incendios o el sobrecalentamiento en zonas de riesgo, entre otras.

El proyecto consiste en reutilizar la fibra óptica existente en la infraestructura con una mínima intervención en los extremos para instalar un sensor térmico distribuido (DTS), que permite medir la temperatura y sus variaciones con gran precisión y alcance.