Microservicios, la clave para evolucionar hacia una arquitectura que favorece la innovación

  • Opinión

Gerardo Barbosa Multiplica

De acuerdo con un estudio de Statista, el 45% de las empresas encuestadas asegura que en 2021 sus aplicaciones de análisis de datos e inteligencia de negocio utilizan microservicios. Por otra parte, según la consultora Markets and Markets, para 2023 este mercado moverá a 1.800 millones de dólares, lo que supone que crecerá a una tasa anual compuesta superior al 22%.

Tribuna de Opinión de Gerardo Barbosa, CTO de Multiplica para España, Francia, Italia y Portugal

¿Por qué está produciendo este cambio? La evolución hacia arquitecturas de microservicios se está produciendo a medida que las empresas trasladan sus sistemas a la nube, para lo que necesitan dejar   estructuras más modulares, escalables, seguras y a menor coste, frente al enfoque de creación de software que da como resultado arquitecturas monolíticas, que pueden limitar la innovación, merman la capacidad de escalar y dificultan las actualizaciones, lo que puede impactar negativamente en los servicios que ofrecen las organizaciones.

¿Qué es una arquitectura de microservicios y qué ventajas ofrece?

La arquitectura de microservicios es un conjunto de pequeñas partes de código, que se ejecutan de forma independiente. De esta manera, las empresas pueden efectuar cambios en el software de manera simple y rápida cada vez que lo necesiten, o bien abordar cualquier problema de forma separada, sin afectar a otros procesos y sin necesidad de frenar la operación. Además, permite crear programas basados en distintos lenguajes, para crear las mejores soluciones que se ajusten a las demandas de los clientes. 

Los beneficios de adoptar este enfoque se centran en cinco ámbitos:

- Modularidad: como se trata de servicios que funcionan de forma autónoma, cada una de las partes se puede crear y desplegar independientemente unas de otras. Esto, además, permite que si ocurre algún error en un determinado servicio, no se vea afectada la disponibilidad del resto, lo que asegura la continuidad operativa. 

- Escalabilidad: al ser una aplicación modular, se puede escalar perfectamente de manera horizontal cada una de las partes, en función de las necesidades de procesamiento y cómputo. 

- Velocidad y versatilidad: se pueden utilizar distintas tecnologías y lenguajes de programación. Por tanto, cada funcionalidad de la aplicación se puede adaptar o crear de maneras más adecuadas y rentables, lo que hace que las operaciones sean más ágiles. 

- Talento: al dividir las grandes tareas en pequeños servicios, es muy fácil crear grupos de trabajo en el que los desarrolladores operen en pequeños equipos enfocados. Esos pequeños equipos pueden llevar adelante desarrollos que no necesariamente tengan que estar a la par de los demás. Se pueden agregar nuevas funcionalidades y empezar a probarlas con los usuarios, antes de que otros equipos culminen su parte; o se puede empezar a desarrollar una funcionalidad nueva, completamente aislada, sin impactar a los demás grupos y hacer pruebas.

- Reducción de costes: esta ventaja se deriva de que los microservicios, en general, son de tamaño, lo que permite disminuir los costos de mantenimiento y actualización, sin tener que intervenir en toda la estructura. Además, se pueden almacenar servicios en distintos servidores, aprovechando al máximo los espacios que antes estaban infrautilizados. 

Pero esto no es todo. La arquitectura de microservicios se combina con DevOps (abreviatura de desarrollo y operaciones).  Se trata de un conjunto de buenas prácticas que combina las operaciones de IT con el desarrollo de software y cuyo objetivo principal es acotar el ciclo de vida en el desarrollo de los sistemas, a la vez que permite un ‘go to market’ más rápido y ágil. Las ventajas que tienen las compañías al combinar ambos elementos son muchas, pero destacan una mayor velocidad para la creación de programas y aplicaciones, menor tiempo para resolver incidencias, mayores niveles de seguridad, y entornos más colaborativos.

¿Cuándo migrar hacia una arquitectura de microservicios?

Las necesidades de cada compañía para conseguir sus objetivos de negocio van a ser las que van a marcar la elección de su forma de crear software y que adopte una arquitectura tradicional, de microservicios o una combinación de ambas.

La experiencia de nuestros equipos en ayudar a nuestros clientes a dinamizar sus arquitecturas y, en muchos casos, a migrar hacia los microservicios, nos dice que este tipo de enfoque tiene más sentido: 

    - Si la audiencia del producto o solución es grande y diversa; 

    - Si se pueden producir picos en el consumo;

    - Si existen equipos técnicos con capacidades complementarias; 

    - Si es necesario escalar e innovar en los servicios que ofrece la organización. 

Asimismo, es fundamental considerar el número de usuarios finales, la cantidad de peticiones que se procesan, o los picos de demanda. 

 

TAGS Opinión