Facebook añadirá su nombre a Instagram y WhatsApp

Así lo ha confirmado The Information que, citando a tres personas familiarizadas con el asunto, señala que “Facebook tiene planes para señalizar su control sobre Instagram y WhatsApp añadiendo su nombre a ambas apps". El rebranding convertirá a las apps en “Instagram from Facebook” y “WhatsApp from Facebook”. Éste es el nombre con el que aparecerán en Apple Store y Google Play.

Numerosos medios se han hecho eco de la noticia como The Verge, la reputada publicación tecnológica neoyorquina, que sugería que el cambio no será bueno para las aplicaciones al decir que “si ejercer más influencia sobre la dirección de ambas aplicaciones mediante la colocación de ejecutivos de Facebook no fue suficiente (en alusión a un movimiento de septiembre de 2018)”, ahora el gigante de las redes sociales añadirá su nombre al de las apps.

La compañía de Mark Zuckelberg compró Instagram en 2012 por 1.000 millones de dólares y, dos años más tarde WhatsApp, por 22.000 millones, y con ellas seguirá los mismos pasos que con Workplace y Oculus, con las que ya realizó este cambio.

Según ha comentado un portavoz a The Information, "queremos ser más claros sobre los productos y servicios que forman parte de Facebook". Incluso parece ser que se habría hecho antes pero la plataforma social decidió retrasarlo para que no fuesen el escándalo de Cambridge Analytics.

El cambio podría ser también un paso hacia la visión de Mark Zuckerberg de un sistema de mensajería conectado (y cifrado de extremo a extremo) entre Facebook, Instagram y WhatsApp, añade The Verge, que insiste en que “cierto nivel de separación de Facebook, por artificial que sea, ha servido bien a ambas aplicaciones con los usuarios” ya que, como explica, a medida que Facebook ha caído en popularidad con los consumidores más jóvenes, tanto Instagram como WhatsApp se han disparado.

Por cierto, que la operación de rebranding se produce ahora que, según informa The Wall Street Journal, la Comisión de Comercio Federal (FTC, en sus siglas inglesas) está examinado las adquisiciones de Facebook como parte de una investigación antimonopolio, con la que busca determinar si sus compras se produjeron con ánimo de eliminar a su rivales y acabar con posibles amenazas competitivas.