Cuatro desafíos que hay que considerar cuando se migra a cloud

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Nueve de cada diez empresas utilizarán la nube en 2021. Aunque sus ventajas son indiscutibles, antes de trasladar los sistemas y las cargas de trabajo a cloud, conviene conocer cuáles son los principales retos que pueden surgir en torno a este modelo para intentar mitigarlos o evitarlos.

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Los expertos de Infinidat, especialista en almacenamiento empresarial, han reunido los que consideran que son los cuatro grandes desafíos a los que se enfrentan las empresas a la hora de migrar sus datos  a la nube.

Son los siguientes, según esta compañía:

- Costes ocultos. Un dolor de cabeza común para los CIOs es, por ejemplo, pasar de un proveedor de nube a otro, o pasar de un entorno cloud de nube a un entorno local. Los proveedores aplican penalizaciones (un “impuesto de salida” o egress tax) por eliminar los datos, lo cual acaba incrementando los costes hasta límites inasumibles. Algunas empresas han decidido adoptar una estrategia multicloud pero esto, de nuevo, agrega complejidad y aumenta los costes, dificultando aún más la repatriación de los datos.

- Consumo y adquisición del almacenamiento. Otro reto, que también se traduce en costes. Si escalar la infraestructura requiere adquirir, instalar y configurar nuevo hardware, conseguir una elasticidad suficiente para competir puede llevar meses. Independientemente de si los datos residen en una nube pública o una privada, las empresas necesitan flexibilidad para elegir entre diferentes fórmulas económicas, ya sea en función del consumo, o escalando a medida que los requisitos crecen o se reducen, o con una tarifa plana mensual.

- Soberanía de datos. Cuestiones como la soberanía de los datos siguen siendo un motivo clave de preocupación (especialmente en determinados sectores como banca, sanidad o servicios públicos) ya que es casi imposible mantener un control completo de los datos una vez que están en la nube. Asimismo, la nueva legislación en materia de privacidad obliga a las empresas a controlar dónde residen sus datos y quién tiene acceso a ellos. Y, de nuevo, más costes que añadir al presupuesto.

- Dependencia del proveedor. Un apartado esencial, relevante sobre todo cuando la organización tiene que migrar grandes aplicativos a la nube, ya que impide aprovechar la competitividad de precios que existe entre las diferentes ofertas. Además, los proveedores de nube pública tiene múltiples mecanismos de facturación en función de diferentes criterios (requerimientos de capacidad, repatriación de datos, requisitos de protección...) y no es fácil predecir los costes con antelación y exactitud.

Todos estos retos tienen que ser tenidos en cuenta para, según Israel Serrano, country manager de la firma en Iberia, “obtener una visión precisa del coste total de propiedad de los entornos de almacenamiento en la nube y, una vez analizados, optar por una tecnología que realmente atienda a las necesidades actuales y futuras de la organización”.

Por ejemplo, la propuesta de esta compañía pasa por un modelo definido por software. Su plataforma InfiniBox permite mover cargas de trabajo a la nube para una mayor agilidad, sin necesidad de mover los datos, lo que ofrece un entorno de alto rendimiento y alta disponibilidad que elimina los costes ocultos del almacenamiento en la nube.

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