“Diseñamos modelos de tarificación flexibles en base al consumo del cliente, con total transparencia”, Antonio Gallego Ortiz, Cognizant

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Antonio Gallego - Cognizant

Entrevistamos a Antonio Gallego Ortiz, responsable de artificial intelligence & data analytics para España, Portugal e Italia en Cognizant, para conocer su planteamiento sobre el coste real que supone para las empresas implementar la inteligencia artificial, y cómo este puede variar a medida que se incrementa su uso dentro de la organización.

Entendiendo que cada organización tiene una escala y unas necesidades particulares, ¿qué coste inicial tiene para una empresa promedio incorporar capacidades de inteligencia artificial a través de las soluciones de Cognizant?

El coste inicial depende del alcance, la madurez digital y los objetivos de cada organización. En Cognizant ofrecemos soluciones escalables que permiten a las empresas empezar con proyectos piloto de bajo coste y escalar progresivamente, según los resultados obtenidos y la evolución de sus necesidades.

Nuestro enfoque busca maximizar el retorno desde las primeras fases, asegurando que cada inversión aporte valor tangible y medible. Recientemente, en un informe sobre el grado de adopción de la IA generativa en España, identificamos una inversión media estimada de 23,5 millones de dólares por empresa en 2025, por debajo de la media global (47 millones de dólares). Esto refleja un enfoque más cauteloso, pero también una gran oportunidad de crecimiento para las compañías españolas si abordan los retos del talento, planificación e implementación con visión estratégica.

 

Una vez adoptada la IA, ¿cómo se mide el coste que genera su uso por parte de los clientes? ¿Existe un nivel de utilización a partir del cual se aplica un modelo de tarificación adicional?

El coste operativo de la IA se evalúa en función de variables como el volumen de datos procesados, la complejidad de los modelos implementados y los recursos computacionales requeridos. En Cognizant diseñamos modelos de tarificación flexibles, alineados con los patrones de consumo de cada cliente y con total transparencia.

Además, facilitamos la escalabilidad técnica y financiera, de modo que el cliente pueda adaptar el uso de la IA según la evolución de sus necesidades sin incurrir en costes innecesarios.

 

Considerando que los clientes podrían querer expandir el alcance de la IA en la organización, a medida que saquen provecho a sus ventajas, ¿qué modelo se aplica para escalar estas capacidades?

Para escalar las capacidades de IA, Cognizant aplica un enfoque modular, progresivo y orientado al negocio. Gracias a nuestra plataforma Neuro AI, ayudamos a los clientes a evolucionar desde pilotos iniciales hacia despliegues más amplios, incorporando nuevas funcionalidades o extendiendo la IA a diferentes áreas operativas.

Este modelo facilita una adopción escalable y controlada, alineada con la madurez digital y la estrategia de cada organización, permitiendo medir el impacto en cada etapa y tomar decisiones informadas sobre nuevas inversiones.  

 

Ciertas aplicaciones autónomas basadas en IA, como las relacionadas con la atención al cliente o las consultas internas de los empleados, pueden incrementar exponencialmente las cargas computacionales y el consumo de energía derivados de cada interacción. ¿Cómo se mide el coste generado por estas herramientas y cómo se traslada al cliente?

Aplicaciones autónomas como los asistentes virtuales pueden implicar una alta demanda de procesamiento en tiempo real. Para estos casos, Cognizant aplica mecanismos de medición específicos basados en volumen de interacciones, latencia y uso de modelos complejos.

A través de acuerdos personalizados, ayudamos al cliente a entender el impacto técnico y económico de cada solución, y a establecer modelos de tarificación que reflejen tanto el consumo como el valor aportado, optimizando así el rendimiento sin comprometer el presupuesto.

 

A la hora de tratar con los clientes, ¿cómo abordan el coste que les generará usar la IA a través de las soluciones de Cognizant? ¿Cómo les plantean el retorno de la inversión?

En nuestra relación con los clientes, adoptamos un enfoque consultivo y colaborativo desde el primer momento. Identificamos juntos las áreas de mayor impacto y construimos casos de uso viables que permitan estimar beneficios reales y tangibles.

Este proceso incluye definir métricas claras de rendimiento, analizar riesgos y establecer mecanismos de seguimiento del valor generado. Nuestro objetivo es que cada cliente pueda justificar su inversión en IA sobre una base sólida y tomar decisiones estratégicas con confianza.

 

¿Hasta qué punto es necesario dotar a los empleados de equipos con capacidades para ejecutar IA en local, como los Copilot PC, para extender estas capacidades a los entornos híbridos?

Para desplegar la IA en entornos híbridos es esencial contar con dispositivos que permitan ejecutar esta tecnología localmente. Esto garantiza productividad, seguridad y autonomía, incluso cuando la conectividad es limitada o el trabajador está fuera del perímetro corporativo.

En Cognizant, avanzamos en esta línea con la adquisición de 25.000 licencias de Microsoft 365 Copilot y la formación de decenas de miles de desarrolladores en GitHub Copilot, integrando la IA de forma práctica en el día a día de nuestros profesionales, independientemente de la localización desde la que trabajen.

En modelos híbridos, disponer de capacidades de IA locales no es solo una ventaja, sino un requisito para escalar el valor de la IA con eficiencia, seguridad y sostenibilidad en toda la organización.

 

Una opción para ciertos sectores, como los altamente regulados, es contar con infraestructura de almacenamiento y computación propia para entrenar y usar la IA en entornos locales. ¿Qué coste mínimo puede tener montar esta TI en un entorno local o en colocation?

En sectores altamente regulados, contar con infraestructura propia o en colocation para desplegar soluciones de IA no es solo una opción tecnológica, sino una necesidad estratégica. En Cognizant, entendemos que el cumplimiento normativo, la soberanía del dato y la seguridad son prioritarios, y por eso ayudamos a nuestros clientes a definir arquitecturas que equilibren control, rendimiento y escalabilidad.

Más que centrarse en el coste mínimo, el enfoque debe estar en asegurar que la infraestructura elegida aporte valor real, sea sostenible y esté alineada con los requisitos regulatorios y los objetivos del negocio. En este contexto, Cognizant diseña soluciones que permiten aprovechar la IA de forma responsable, eficiente y conforme a las exigencias de cada sector.

 

Para aprovechar las ventajas de la IA las empresas necesitan formar a sus empleados, lo que en muchos casos requiere una inversión de tiempo y recursos ¿cómo ayuda Cognizant a los clientes en este sentido?

En Cognizant acompañamos a nuestros clientes en el desarrollo del talento necesario para integrar la inteligencia artificial de forma efectiva y sostenible. A través de Synapse, nuestra plataforma global de aceleración de habilidades digitales, diseñamos programas de formación adaptados al contexto y nivel de madurez de cada organización, combinando fundamentos técnicos, aplicación práctica y principios éticos.

Ofrecemos itinerarios formativos flexibles, con contenidos orientados a resolver desafíos reales del negocio, minimizando el impacto operativo. Además, colaboramos con socios tecnológicos, instituciones académicas y organismos públicos para extender el acceso a ecosistemas de aprendizaje continuo. Así, ayudamos a nuestros clientes no solo a adoptar la IA, sino a desplegarla a gran escala con el talento adecuado, maximizando su impacto en la transformación del negocio.