“Si no hay retorno en la IA, no tiene sentido para nosotros ni para el cliente”, Rafael Valdés, SAP

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Entrevistamos a Rafael Valdés, solution advisory senior AI specialist en SAP España, para profundizar en el coste real que tiene para las empresas adoptar la inteligencia artificial, y sobre cómo este puede escalar a medida que se incrementa el alcance y la utilización de herramientas de IA en la organización.

Entendiendo que cada organización tiene una escala y unas necesidades particulares, ¿qué coste inicial tiene para una empresa promedio incorporar capacidades de inteligencia artificial a través de las soluciones de IA de SAP?

Rafael Valdés, solution advisory senior AI specialist en SAP España.

El objetivo de SAP con Business AI es claro: hacer que la inteligencia artificial esté al alcance de todas las empresas, grandes o pequeñas, sin que tengan que construir desde cero equipos internos de ciencia de datos o invertir en desarrollos complejos.

En cuanto al coste inicial, muchas funcionalidades de IA ya están integradas en los productos estándar de SAP. Es decir, si una empresa ya utiliza SAP S/4HANA, SAP Business Technology Platform o SAP SuccessFactors, por ejemplo, es probable que ya tenga acceso a funciones de IA sin coste adicional. Esto incluye desde machine learning hasta asistentes inteligentes.

En casos donde se requieran capacidades más avanzadas o personalizadas, SAP actúa como un “equipo extendido” de IA, proporcionando herramientas, modelos y servicios que pueden ser activados de forma escalable según las necesidades del negocio.



Una vez adoptada la IA, ¿cómo se mide el coste que genera su uso por parte de los clientes? ¿Existe un nivel de utilización a partir del cual se aplica un modelo de tarificación adicional?

Aquí es importante diferenciar entre la IA básica y la IA premium. Muchas funcionalidades de IA están ya incluidas en las soluciones SAP  y procesos de negocio que los clientes utilizan, como parte del valor que se entrega con la suscripción estándar. Sin embargo, existen capacidades más avanzadas que los clientes pueden activar según sus necesidades, y estas se suscriben de forma adicional basado en un consumo medido por usuario y por mes.

La clave está en la transparencia. SAP proporciona herramientas que permiten monitorizar en tiempo real el uso y consumo de inteligencia artificial. En concreto, a través del portal SAP for Me, cada cliente tiene acceso a métricas detalladas sobre cómo y cuánto está utilizando las capacidades de IA dentro de su entorno SAP. Esto les permite tomar decisiones informadas y anticipar cualquier impacto económico derivado del uso de funcionalidades avanzadas.

 

Considerando que los clientes podrían querer expandir el alcance de la IA en la organización, a medida que saquen provecho a sus ventajas, ¿qué modelo se aplica para escalar estas capacidades?

SAP ha diseñado su modelo de inteligencia artificial con un enfoque modular y escalable, que permite a las empresas ampliar el uso de IA de forma progresiva y controlada, a medida que descubren nuevas oportunidades de valor dentro de sus operaciones.

Este modelo está concebido para acompañar al cliente en su evolución digital: comienza con capacidades de inteligencia artificial dentro de las soluciones estándar, puede escalar hacia inteligencia artificial premium con funcionalidades más avanzadas y, si el negocio lo requiere, incluso permite desarrollar aplicaciones propias basadas en inteligencia artificial o integrar modelos de terceros o personalizados. Todo esto se hace bajo un principio claro: transparencia, flexibilidad y un retorno tangible de valor para el negocio.

 

Ciertas aplicaciones autónomas basadas en IA, como los agentes dedicados a la atención al cliente o las consultas internas de los empleados, pueden incrementar exponencialmente las cargas computacionales y el consumo de energía derivados de cada interacción. ¿Cómo se mide el coste generado por estas herramientas y cómo se traslada al cliente?

Cuando hablamos de IA premium en SAP, nos referimos a casos de uso específicos, diseñados y tarifados de forma diferenciada, teniendo en cuenta el tipo de interacción, la carga computacional esperada y el valor que aporta al negocio. Cada caso de uso tiene su propio modelo, porque no se trata de tecnología genérica, sino de soluciones orientadas a resultados concretos. Para SAP, la IA solo tiene sentido si ofrece un retorno real y medible para el cliente. Un buen ejemplo de esto son los agentes autónomos de atención al cliente en SAP Customer Experience (CX), uno de los primeros casos de IA generativa que lanzamos al mercado. De hecho, ya hay clientes trabajando con diferentes tipos de agentes. 

El modelo de tarificación se basa en el uso efectivo de cada funcionalidad avanzada, y no en una licencia cerrada. Toda la información sobre el consumo está disponible de forma transparente y en tiempo real a través del portal SAP for Me. Además, SAP aplica principios de IA responsable, lo que incluye optimización de recursos, eficiencia energética y sostenibilidad como ejes clave. Esto se refleja también en el diseño de nuestros agentes conversacionales, incluyendo Joule, el asistente de IA generativa de SAP, que forma parte de nuestra estrategia para poner capacidades avanzadas de IA al alcance de todos los usuarios de negocio, de forma segura, ética y eficiente.

En resumen, el modelo de SAP combina tecnología avanzada con visibilidad total, flexibilidad de uso y un enfoque centrado en el valor real para el cliente.

 

A la hora de tratar con los clientes, ¿cómo abordan el coste que les generará usar la IA de SAP? ¿Cómo les plantean el retorno de la inversión?

El punto de partida en cualquier conversación con un cliente sobre IA en SAP no es la tecnología, ni siquiera el coste. Es el caso de uso concreto y el valor que puede generar para su negocio. Nuestro enfoque parte de una premisa clara: la IA tiene que resolver un problema real o mejorar significativamente un proceso. Si no hay retorno, no tiene sentido para nosotros ni para el cliente.

 

¿Hasta qué punto es necesario dotar a los empleados de equipos con capacidades para ejecutar IA en local, como los Copilot PC, para extender estas capacidades a los entornos híbridos?

Desde el enfoque de SAP, no es imprescindible dotar a los empleados de hardware especializado para beneficiarse de la inteligencia artificial, ya que nuestras capacidades de IA están diseñadas para funcionar de forma centralizada en la nube, integradas directamente en las soluciones de negocio que ya utilizan los usuarios.

La estrategia de SAP se basa en que la IA esté donde están los datos y los procesos críticos del negocio, no necesariamente en el dispositivo del usuario final. Esto garantiza seguridad, escalabilidad y consistencia en los resultados, sin depender de la capacidad de procesamiento local de cada equipo.

En definitiva, no se requiere una renovación masiva de dispositivos para aprovechar la IA de SAP. Las capacidades están disponibles en la nube, accesibles desde cualquier equipo con acceso a las soluciones, y preparadas para escalar según las necesidades del negocio. La inteligencia no está en el hardware, sino en cómo se conecta al valor del negocio.

 

Una opción para ciertos sectores, como los altamente regulados, es contar con infraestructura de almacenamiento y computación propia para entrenar y usar la IA en entornos locales. ¿Qué coste mínimo puede tener montar esta TI en un entorno local o en colocation?

Cuando hablamos de entornos locales o colocation para inteligencia artificial, especialmente en sectores altamente regulados como sanidad, banca, defensa o sector público, no existe un coste “mínimo” único. Cada caso requiere un diseño específico, condicionado por factores como el tipo de datos, los requisitos legales, la criticidad de los procesos y el nivel de autonomía o soberanía tecnológica que se necesite.

Desde SAP, ofrecemos una alternativa flexible y adaptable para estas organizaciones. Gracias a SAP Business Technology Platform y a alianzas como la que mantenemos con Mistral AI, los clientes pueden ejecutar modelos de lenguaje avanzados en infraestructuras gestionadas bajo criterios de soberanía digital.

En resumen, montar una infraestructura propia para IA es viable, pero no siempre necesario. SAP acompaña a cada organización en evaluar qué nivel de control necesita realmente, y diseña junto con ella un modelo operativo y económico que tenga sentido, tanto en términos de cumplimiento normativo como de retorno de valor.

 

Para aprovechar las ventajas de la IA las empresas necesitan formar a sus empleados, lo que en muchos casos requiere una inversión de tiempo y recursos. ¿Cómo ayuda SAP a los clientes en este sentido?

En SAP entendemos que la adopción de inteligencia artificial no se trata solo de implementar tecnología, sino de empoderar a las personas que la van a utilizar. Por eso, el enfoque de SAP va más allá de la plataforma: incluye formación, acompañamiento y herramientas diseñadas para facilitar la adopción desde el primer momento.

En primer lugar, muchas de nuestras capacidades de IA -como las que ofrece Joule, nuestro asistente de IA generativa- están integradas directamente en los flujos de trabajo que los empleados ya conocen, lo que minimiza la curva de aprendizaje. No se trata de que los usuarios tengan que aprender a usar IA, sino de que la IA les ayude en lo que ya hacen, de forma contextual y transparente.

Además, SAP pone a disposición de sus clientes contenidos formativos estructurados, a través de SAP Learning Journeys, programas de formación continua, talleres personalizados y materiales enfocados en el cambio cultural y la gestión del talento en entornos digitales. También colaboramos con socios de implementación y consultoras especializadas que acompañan a los equipos en su proceso de transformación.

En resumen, formar a los empleados es parte del retorno esperado al adoptar IA. Por eso, SAP trabaja con los clientes no solo para desplegar tecnología, sino para asegurar que su gente se sienta preparada, respaldada y motivada para sacarle el máximo partido.