El retraso de la economía española en su transformación digital, a examen

  • Estrategias digitales

Si se compara nuestra posición con la de otros países, España va a la zaga. ¿Cómo revertir la situación y pisar el acelerador? Encontramos la respuesta en un estudio de Accenture.

Según una investigación de Accenture publicada este mismo año, la economía española presenta cierto retraso en su evolución hacia modelos digitales. De entre 14 países estudiados, el nuestro se sitúa en el puesto 11, sólo por detrás de Italia, China y Brasil y bastante por detrás de Estados Unidos, Reino Unido, Suecia, Holanda, Australia, Bélgica, Japón, Francia, Alemania y Austria, si nos atenemos a los datos que manejan esta compañía y la consultora Oxford Economics.

Quizá te interese...

El entorno de la pyme en 2017

Cómo ser flexible y apto para la transformación digital

Cómo lograr el éxito en la gestión del rendimiento empresarial y la Inteligencia de negocio

Impacto económico del desarrollo de aplicaciones de negocio con ServiceNow

Rendimiento digital: la importancia para el retailer

Informe e-Pyme 2016

 

Sin embargo, si el país es capaz de acelerar el ritmo de esta transformación, habría una oportunidad de aumentar el PIB en 48.500 millones de dólares en 2021.

Causas del atraso

Según este estudio de Accenture, existen diferentes factores que están impidiendo a empresas y instituciones aprovechar esta oportunidad, entre ellos la ausencia de una estrategia digital clara, la falta de talento digital, la complejidad operativa de las empresas, inversiones limitadas en innovación y, en ocasiones, una regulación rígida.

Ante ello, el mismo estudio ofrece una serie de recomendaciones para revertir la situación. Una de ellas es la formación en habilidades digitales de las personas, rediseñar el trabajo para desbloquear el potencial.

Fundamental es también fortalecer las infraestructuras tecnológicas y crear ecosistemas de innovación, al igual que aumentar los incentivos como, por ejemplo, las deducciones de impuestos, y garantizar una regulación apropiada para impulsar las inversiones y el desarrollo de un sistema educativo adaptado a las nuevas necesidades digitales.