La falta de competencias lastra los procesos de transformación digital
- Estrategias digitales
Lo confirma un nuevo estudio sobre el tema. Sólo un 2% de las empresas ha concluido con éxito su proceso de digitalización y reconocen que la falta de personal cualificado es una de las barreras que se encuentran.
Aunque el 91% de las empresas españolase están sensibilizadas con la transformación digital, solo el 2% ha logrado completar el proceso con éxito, y un 34% todavía no lo ha iniciado o se encuentra en una fase embrionaria. Es la conclusión del primer estudio que publica B-Talent, la consultora tecnológica para el desarrollo de habilidades, competencias y conocimiento digital, sobre “La realidad de las empresas españolas sobre competencias y transformación digital”, y en él han participado directores y managers de RRHH, Formación, Tecnología y Transformación Digital de más de 150 compañías nacionales y multinacionales con presencia comercial en España.
Las dificultades culturales, organizativas y económicas, así como la falta de personal cualificado para liderar la transformación digital, son identificadas como las barreras más significativas. “Estas dificultades repercuten de forma directa sobre las iniciativas de sensibilización, medición y formación llevadas a cabo por las compañías”, añaden los autores del estudio.
Es más, un porcentaje superior al 76% de las empresas no ha realizado ningún análisis competencial y de conocimiento digital, pese a su importancia a la hora de construir un plan de formación adaptado a las necesidades del equipo. En esa misma línea, se pone de relieve la necesidad de impulsar las iniciativas formativas en materia de habilidades y cultura digital, ya que constituye menos del 10% del total de la formación que se ofrece en las empresas, en un tercio de los casos.
También hace escasos días Capgemini desveló los resultados un informe que pone en evidencia que las empresas ven frenados sus procesos de transformación digital debido a la escasez de talento digital. Ahora un estudio evidencia que el problema es mayor de que lo que parece: ante la escasez de recursos formativos en sus empresas, los empleados se forman por su cuenta y el miedo a la obsolescencia puede provocar su salida de la organización.
