La telesalud ha multiplicado su uso por 38 en solo dos años

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El 84% de los pacientes están satisfechos con la atención recibida de manera remota, mientras que el 71% de los profesionales sanitarios se muestran conformes con la calidad del servicio. El 77% de los profesionales considera la calidad del vídeo esencial para mantener el aspecto profesional de las consultas.

La irrupción de la COVID-19 cambió la manera en que los pacientes acceden a la atención médica, y las plataformas de telesalud se han consolidado como una herramienta indispensable. Pero, lo que inicialmente fue una respuesta a la emergencia sanitaria, ahora se perfila como una tendencia irreversible, destinada a marcar el futuro de la medicina. De hecho, en tan solo dos años, la telesalud ha multiplicado su uso por 38, transformándose de una solución emergente a un componente fundamental en el sistema sanitario mundial.

El "Estudio sobre la experiencia de atención virtual global", realizado por Escalent en colaboración con Logitech, revela que el 84% de los pacientes afirmaron estar satisfechos con la atención que recibieron de manera remota, mientras que el 71% de los profesionales de la salud se mostraron conformes con la calidad del servicio que ofrecen a través de esta modalidad.

 

Componente de la atención primaria

La telesalud ha dejado de ser simplemente una alternativa a las visitas presenciales y, hoy en día, es un componente clave para mejorar el acceso a la atención sanitaria. El 82% de los profesionales de la salud consultados coinciden en que la telesalud ha ampliado notablemente el acceso a la atención médica, especialmente para aquellos pacientes que viven en zonas rurales o que enfrentan dificultades para desplazarse. Sin embargo, uno de los principales retos que sigue limitando su pleno desarrollo es la calidad de las interacciones virtuales.

El estudio destaca que el 77% de los profesionales sanitarios considera que la calidad del vídeo es esencial para mantener un aspecto profesional durante las consultas. Ya que, la falta de una buena calidad en las imágenes puede crear una sensación de desconexión entre el médico y el paciente, afectando la percepción general de la atención recibida.

"La mala calidad del vídeo no solo perjudica la relación entre el proveedor de atención y el paciente, sino que también disminuye la probabilidad de que el paciente participe en futuras consultas de telesalud", apunta el informe. De hecho, el 68% de los profesionales temen que sus pacientes recurran a otros profesionales si no se soluciona este problema.

Cada vez son más los responsables de IT en el ámbito sanitario que están implementando soluciones de video que permiten experiencias virtuales fluidas y consistentes, tanto para médicos como para pacientes. Estas soluciones no solo facilitan la consulta desde la comodidad del hogar, sino que están reimaginando lo que es posible en términos de atención médica remota.

En campos como la atención ambulatoria, la teledermatología o la teleoftalmología, la precisión visual es esencial para un diagnóstico eficaz. En este sentido, herramientas como cámaras con Zoom de alta definición y la capacidad de ajustar el ángulo de visión de forma remota son ya imprescindibles.

Según el estudio, el 75% de los profesionales sanitarios espera que la telesalud continúe expandiéndose, lo que subraya la importancia de invertir en tecnología que pueda adaptarse a estas nuevas demandas. Y es que, la posibilidad de realizar consultas virtuales no solo está mejorando aspectos como el acceso a la atención, sino que también está permitiendo aliviar la presión sobre el personal médico, ofreciéndoles la posibilidad de atender más pacientes en menos tiempo y reduciendo el riesgo de agotamiento, un problema que ha alcanzado niveles alarmantes en el sector sanitario.