La inteligencia artificial ya impulsa el 60% de los almacenes
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La IA ha dejado de ser experimental y se ha convertido en motor de productividad, resiliencia y empleo en el sector logístico. Más de la mitad de las organizaciones asegura operar de forma avanzada o totalmente automatizada, y la mayoría destina entre el 11 y el 30% de sus presupuestos de TI a IA y machine learning.
Una investigación, realizada por el Intelligent Logistics Systems Lab del MIT en colaboración con Mecalux, confirma que el 60% de los almacenes ya integran la inteligencia artificial en sus operaciones y que más de 9 de cada 10 utilizan algún tipo de automatización avanzada. “Los datos evidencian que los almacenes inteligentes superan a sus competidores en volumen, precisión y adaptabilidad”, afirma Javier Carrillo, CEO de Mecalux.
El estudio muestra que los almacenes han dejado atrás las pruebas piloto aisladas y emplean la IA en tareas críticas como preparación de pedidos, optimización de inventario, mantenimiento de equipos, planificación laboral y monitorización de la seguridad. Más de la mitad de las organizaciones encuestadas asegura operar de forma avanzada o totalmente automatizada, especialmente en grandes corporaciones con redes logísticas complejas.
Retorno acelerado de la inversión
Las inversiones en IA se amortizan antes de lo previsto: el plazo promedio de recuperación es de dos a tres años. La mayoría de las empresas destina entre el 11 y el 30% de sus presupuestos de tecnología de almacén a iniciativas de IA y machine learning. Los beneficios más citados incluyen mejoras en la precisión del inventario, eficiencia laboral, reducción de errores y resiliencia frente a la volatilidad del mercado.
El informe desmonta los temores sobre la sustitución de trabajadores. Más de tres cuartas partes de las organizaciones reportaron un incremento de la productividad y la satisfacción laboral tras implementar IA, y más de la mitad aumentó el tamaño de su plantilla. Están surgiendo nuevos roles como ingenieros de IA, especialistas en automatización y científicos de datos, lo que evidencia que la automatización inteligente expande el papel humano en los almacenes.
A pesar de los avances, el estudio advierte que la fase final de integración sigue siendo la más compleja. “La parte más complicada es la fase final de implementación: integrar las personas, los datos y la analítica sin fricciones en los sistemas existentes”, señala Matthias Winkenbach, director del ILS del MIT. Los principales obstáculos incluyen la falta de experiencia técnica, la calidad de los datos y los costes de implantación.
De cara a los próximos dos o tres años, el 87% de las empresas planea aumentar sus presupuestos de IA y el 92% ya implementa o planifica nuevos proyectos. El próximo reto será la toma de decisiones basada en IA generativa, aplicada a la documentación automatizada, la optimización de la distribución del almacén y el diseño de procesos.
“El aprendizaje automático tradicional resulta muy eficaz para predecir problemas, mientras que la IA generativa facilita el diseño de soluciones”, añade Winkenbach. “Por eso las compañías la consideran el mayor generador de valor en los almacenes hoy en día”.
