Sólo el 13% de los internautas europeos satisfechos con su conectividad exterior

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El informe ConsumerLab de Ericsson muestra que la satisfacción de los internautas europeos con su conectividad cae drásticamente cuando están en exteriores. El PC sigue siendo el dispositivo más usados, y las tabletas superan a los smartphones para navegar por Internet o ver vídeos, aunque los teléfonos siguen siendo, a nivel global, el segundo dispositivo preferido para conectarse a la Red.

El último informe ConsumerLab de Ericsson destaca las principales expectativas de los consumidores en su vida diaria. El estudio, realizado en ocho países europeos, revela que los usuarios pasan un 85% de su tiempo en interiores, por lo que gran parte de sus experiencias de conectividad se vean influenciadas por el ambiente en espacios cerrados. Según el informe, el 43% de los internautas están satisfechos con su experiencia de conectividad interior al navegar o acceder a las redes sociales, pero esta cifra cae al 13% cuando hacen lo mismo en exteriores. Para actividades de tráfico intenso de datos (como ver vídeo y TV en streaming), el 34% creen que su experiencia interior es buena, pero solo el 10% dicen lo mismo si es en el exterior.

El PC sigue siendo el dispositivo más usado, seguido de los smartphones, pero las tabletas ya superan a los smartphones para navegar por internet o ver vídeos. A medida que los consumidores se familiarizan con tecnologías más rápidas y mejores como 3G y 4G, el uso que hacen de internet tiende a aumentar. Los usuarios siempre esperan mejorar su tecnología actual: quien tiene 3G quiere pasar a 4G para ganar en experiencia y conexión.

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El nivel de satisfacción general con los operadores depende igualmente de la calidad de la red y el servicio ofrecidos. Desde la perspectiva de la red, los usuarios están notablemente más satisfechos con la experiencia en interiores.

Entre los que usan regularmente internet, hay más consumidores que realizan sus actividades favoritas con cualquier dispositivo mejor cuando están dentro que cuando están fuera.

Por ejemplo, mientras el 86% de los usuarios se envían mensajes desde cualquier dispositivo en interiores, solo el 49% lo hacen en exteriores. Igualmente, 93% de los usuarios navegan por internet en interiores, pero solo el 22% hacen lo mismo cuando están fuera.

Salir también supone cambiar de actividad. Ver vídeos se prefiere hacer en interiores, pero escuchar música se suele hacer en exteriores (65%). Si están fuera, la mayoría prefiere realizar su actividad favorita antes con su móvil o smartphone que con cualquier otro dispositivo. 

Las llamadas tradicionales están dando paso poco a poco a llamadas por internet (VoIP), y los usuarios diarios de internet alternan el SMS con la mensajería instantánea (IM). Mientras que la manera tradicional de llamar sigue siendo la favorita, VoIP está ganando adeptos en Europa (23%). Asimismo, aunque el SMS (68%) sigue siendo el modo más común de enviar mensajes, la IM (42%) se va imponiendo entre los consumidores.

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Los jóvenes entre 15 y 29 años tienden a usar más los servicios online en exteriores que el resto de la población. La frecuencia con la que realizan acciones como juegos, redes sociales y ver vídeos estando fuera o en movimiento es mucho mayor que en el resto de ciudadanos.

Más que otro grupo, los jóvenes también prefieren pagar para mejorar su experiencia de conectividad exterior. Sin embargo, los usuarios de todas las edades están dispuestos a pagar más para mejorar su experiencia en casa, ya que es el lugar donde pasan más tiempo.

En general, el mercado europeo sigue prefiriendo el PC, seguido por los smartphones. Los consumidores prefieren usar sus dispositivos para seguir actualizaciones y estar informados, sin importar el lugar. Esta necesidad se atiende gracias al uso eficiente de dispositivos sobre todo en interiores, y en menor medida en exteriores. Comparados con la población mundial, los jóvenes muestran mayor inclinación a usar sus móviles en exteriores.

Para acceder a internet, el PC sigue siendo de lejos el dispositivo preferido, seguido por el smartphone y la tableta. Sin embargo, los modelos de uso varían por países: en Rusia se impone el PC, seguida por Alemania. Aunque la tableta no es muy popular en muchos países, su uso va ganando presencia y, por ejemplo, el 41% de los británicos la usan para navegar por internet, el mayor índice del continente.

Los usuarios confían mayoritariamente en su PC para el trabajo o el estudio, así como las relacionadas con el ocio, como ver vídeos, navegar y comprar online. 

Smartphones y tabletas se usan con una frecuencia similar para jugar y entrar en redes sociales. El PC se utiliza sobre todo para navegar por internet, un 93%. Las compras online y las redes sociales son la segunda y tercera actividad más común realizadas en los PC, un 89% y 87% respectivamente. 

Una buena conectividad permite a los usuarios pasar más fácilmente de tareas tradicionales como hacer llamadas y enviar SMS a usar VoIP y mensajería instantánea. El interés de los usuarios en hacer llamadas y mandar mensajes por internet aumenta a medida que la experiencia de conectividad pasa de 2G a 3G y de ahí a 4G.

En exteriores, solo 7% de usuarios de 3G se dedican a ver vídeos, frente al 14% de usuarios de 4G. Los usuarios europeos dan una importancia creciente a los servicios 4G con vistas a realizar actividades como compras online y redes sociales.      

Los consumidores europeos esperan mejor conectividad, planes de tarifas variados y servicios de buena calidad. La satisfacción del usuario con la red depende casi por igual de la calidad de los servicios de voz y de datos. Por otro lado, la satisfacción más inmediata está relacionada con los planes de tarifas y el servicio de atención al cliente en cuanto a tarificación y asistencia técnica.

En Europa, la satisfacción se relaciona con el rendimiento de red y el servicio ofrecido. Estos y otros factores como el incremento en el uso del smartphone, la mayor disposición de los jóvenes a una mayor conectividad y el despliegue de 4G decidirán la manera en la que los consumidores europeos evaluarán y se adaptarán a las nuevas tecnologías y servicios. 

Redacción