¿Cómo convenzo a mi jefe para realizar el tránsito a la nube?

  • Opinión

Carlos AWS

El impacto que la nube ha tenido en el mundo de la tecnología es innegable. Desde hace cierto tiempo ya, muchos la entienden como el nuevo paradigma. Sin embargo, aún hay organizaciones que vacilan a la hora de adoptar la nube e integrarla con sus actuales infraestructuras.

Tanto es así, que una cuarta parte de las organizaciones encuestadas aún expresan falta de confianza en lo que la nube puede ofrecerles. Aunque se dan muchas razones para la desconfianza, una de las que se resiste a desaparecer es la falsa creencia de que la nube no es segura.

Esto no es algo que deba sorprendernos. Cada día oímos noticias sobre organizaciones que sufren a manos de ciberatacantes que han conseguido vulnerar esta o aquella nube e infiltrarse en las defensas de esta o aquella organización. Lo que muchos directivos no comprenden es que la nube sigue siendo el mejor recurso a la hora de mitigar el riesgo de una brecha de seguridad. De hecho, la nube es inherentemente más segura que los entornos físicos, ya que permite contar con centros de datos y arquitecturas de red con niveles de seguridad a la altura de algunas de las organizaciones con las mayores exigencias y preocupaciones en materia de seguridad del mundo entero. Al contar con un proveedor de servicios en la nube de confianza, como pueda ser AWS, los clientes pueden variar la escala de sus proyectos e innovar al tiempo que disfrutan de niveles de protección excepcionalmente elevados.

Seguridad por defecto

Para los proveedores de servicios en la nube, la seguridad es la principal prioridad. De hecho, todas sus infraestructuras están diseñadas con la seguridad como principal consideración. Y a diferencia de lo que sucede con los centros de datos físicos, la nube está planteada para satisfacer los requisitos de las organizaciones más exigentes en materia de seguridad. Además, la infraestructura de la nube está monitorizada 24 horas al día, 7 días a la semana, para garantizar la confidencialidad, integridad y disponibilidad de los datos de sus clientes. Esto significa que, independientemente del tamaño de vuestra empresa o la envergadura de vuestras inversiones en la nube, podéis contar con la tranquilidad de que no hay lugar más seguro para albergar vuestros datos y cargas de trabajo.

Funciones de seguridad

Los proveedores de servicios de nube tienen una perspectiva única del panorama mundial en materia de amenazas a la seguridad. Precisamente porque protegen la seguridad de millones de negocios de todo el mundo, los proveedores de nube pueden ver mejor que nadie los frentes en materia de seguridad de diferentes sectores y geografías. Esta perspectiva les permite evolucionar sus servicios de seguridad continuamente, ayudando así a sus clientes a abordar los riesgos más relevantes específicos a sus sectores de actividad y casos de uso. Desde la gestión de cortafuegos, detección de amenazas y gestión de accesos a la clasificación de datos y secretos, los mejores proveedores de nube ofrecen cientos de servicios diseñados para potenciar vuestra estrategia de seguridad. Más aún, los proveedores de nube diseñan servicios más amplios con medidas de seguridad ya preintegradas, garantizando así que los datos están protegidos en todo momento.

Automatización

Otra de las grandes amenazas en materia de seguridad no proviene de los ciberdelincuentes sino de vuestros propios empleados. Es por esto que en AWS consideramos que los mejores proveedores de servicios en la nube son aquellos que realizan fuertes inversiones en soluciones de seguridad con el fin de eliminar tareas manuales, reduciendo así las probabilidades de un error humano. Además, esto contribuye también a reducir la presión sobre los equipos de seguridad, brindándoles más tiempo para centrarse en iniciativas más estratégicas. También en este aspecto la nube ofrece mayores niveles de seguridad que las instalaciones físicas. Los proveedores de servicios de nube tienen los recursos necesarios para invertir en programas de IA, machine learning y lógica matemática. Para los clientes, esto se traduce en un flujo continuo de servicios revolucionarios, como puede ser la detección automatizada de errores de configuración que podrían dejar vuestros datos expuestos a ataques.

Adecuación a normativas

Con la entrada en vigor de nuevas normativas como el RGPD de la Unión Europea o la Cloud Act estadounidense, hemos visto cómo el mundo entero tiende a la adopción de nuevos estándares más rigurosos para la privacidad de los datos. Por ello, nunca ha sido tan importante como lo es hoy contar con políticas adecuadas para garantizar la correcta protección de los datos. La nube también puede desempeñar un papel muy importante en este ámbito, ya que permite a los clientes automatizar sus controles de gobernanza de datos y agilizar sus procesos de auditoría y detección de vulneraciones de datos. Al seleccionar un partner para la nube capaz de garantizar la adecuación a normativas globales y regionales, las organizaciones estarán añadiendo una capa de asistencia técnica proactiva y de experiencia, con la que no contarían de optar por centros de datos físicos gestionados directamente.

Las infraestructuras para la nube se desarrollan empleando los mayores niveles de seguridad disponibles, lo que explica cómo la nube da servicio a clientes de los sectores con mayores preocupaciones en materia de seguridad, como pueden ser organismos públicos e instituciones financieras. Sin embargo, la seguridad no es la única razón para realizar el tránsito a la nube. También puede ofrecer ahorros muy significativos. En lugar de invertir más en optimizar nuestros centros de datos, servidores y organizaciones, la nube nos permite pasar a un modelo centrado en torno a los gastos operativos en el que utilizaremos la escala de recursos que necesitemos en cada momento. Así, por ejemplo, lo habitual es que los entornos de testeo y desarrollo solo se utilicen durante ocho horas al día, de lunes a viernes. Si pagamos por estos recursos únicamente cuando los utilizamos, podremos llegar a ahorrar hasta un 75% (al pagar por el uso de infraestructuras durante 40 horas semanales, en lugar de 168 horas). Así, se reducen costes, los recursos se gestionan más eficazmente y el rendimiento de la nube es mayor.

Eficiencia

La nube no solo nos ahorra gastos, sino que también aumenta nuestra productividad, lo que a su vez hace más eficientes a las organizaciones que trabajan con ella. Por ejemplo, al almacenar nuestros datos en la nube en lugar de hacerlo en centros de datos físicos, podremos acceder a ellos desde cualquier lugar del planeta, en cualquier momento. Esto permite a los empleados trabajar en una colaboración más estrecha y brinda a las organizaciones la oportunidad de implantar nuevas ventajas para los empleados, como pueden ser los horarios flexibles y el teletrabajo.

Escalabilidad

La nube también ofrece a las empresas la oportunidad de aumentar o reducir su escala, en función de lo que necesiten. No hay límites, los usuarios pueden añadir o eliminar recursos para así cubrir las necesidades de su negocio en cada momento. Esto permite a las organizaciones reaccionar más ágilmente y ganar en flexibilidad para así responder a las necesidades de sus clientes y a las suyas propias.

AWS garantiza la seguridad en la nube de la mano de centros de datos y arquitecturas de red diseñadas para responder a las exigencias de las organizaciones más sensibles en materia de seguridad. Además, AWS brinda a sus clientes la escalabidad que necesitan para innovar, al tiempo que mantiene entornos de la máxima seguridad. Así, los clientes solo pagan por los servicios que utilizan, lo que significa que pueden contar con la infraestructura y seguridad que necesitan, sin tener que realizar grandes inversiones previas y con un coste total muy inferior al que representa montar y mantener entornos físicos.

Carlos Sanchiz, Manager Solutions Architecture, Amazon Web Services 

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