El gasto en TI y Digitalización crecerá un 10% en 2025: geopolítica e IA marcarán el ritmo
- Opinión

El gasto en TI y digitalización en 2025 alcanzará casi 6 billones de dólares (+9,8% respecto a 2024). Geopolítica, inflación, cadenas de suministro mundiales, tirón de la inteligencia artificial y la guerra comercial y tecnológica entre China y EEUU, serán factores que condicionarán los presupuestos TIC de empresas y administraciones públicas.
Por Jorge Díaz Cardiel, socio director general de Advice Strategic Consultants
Como cualquier ejercicio fiscal, 2025 tiene incertidumbres. Lo extraño es que no las hubiera. La palabra “incertidumbre” suele tener una connotación negativa, como si la que se nos viene encima fueran un meteorito o un tsunami. Sin ir tan lejos, sucesos imprevistos que impacten en la economía y en las decisiones de gasto y de inversión, siempre las hubo y siempre las habrá. Por eso, una de las obsesiones en economía ha sido siempre desarrollar herramientas que reduzcan la incertidumbre. En el pasado reciente, con ecuaciones de regresión podíamos predecir comportamientos futuros con un cierto margen de error, como es inherente a la actividad humana y a la estadística. Las Tecnologías de la Información y la digitalización han afinado mucho la analítica predictiva, primero con Big Data y, después, con Machine Learning, Deep Learning y, como no podía ser de otra manera, con la inteligencia artificial.
Aún así, en economía siempre habrá incertidumbre. Lo contrario significaría ausencia de libertad, del libre albedrío humano. Las teorías económicas vinculadas con el desempeño de las tecnologías de la información y la digitalización intentan darnos hojas de ruta, guías para orientarnos. En lo que a la inversión empresarial se refiere, desde Advice Strategic Consultants hemos asumido la teoría económica “Éxito con o sin crisis”, desarrollada en España y, de Reino Unido, “Radical Uncertainty: Decision-making for an unknowable future”, de Mervyn King (ex gobernador del Banco de Inglaterra); y de Estados Unidos, las teorías de Alan Greenspan, quien dedicó su vida profesional a la predicción económica (forecasting) antes de ser presidente de la Reserva Federal (FED),“The Map and the Territory 2.0: Risk, Human Nature, and the Future of Forecasting”.
De estas teorías extraemos cara a lo que nos interesa aquí (inversión empresarial en tecnologías de la información en 2025) que las grandes empresas tienen elaborados sus presupuestos para este año o los están ajustando. Globalmente, estimamos gasto en TIC y Digitalización de casi 6 billones de euros, lo que supone un incremento del 9,8% respecto a 2024.
Por contraste con el ejercicio anterior, 2025 comienza con un alto en fuego en Palestina (guerra entre Israel y Hamás), que afecta a muchos países de Oriente Medio (Líbano, Siria, Irán, Yemen, Egipto, Jordania, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos). Probablemente, Israel podría poner de nuevo en marcha su sector tecnológico digital, parcial y temporalmente parado en el último año, consecuencia de la guerra: el ejército israelí (IDF) llamó a filas a miles de trabajadores, también de las empresas tecnológicas. Paz en Oriente Medio significa que las cadenas de suministro funcionarán mejor en todo el mundo: miles de barcos con mercancía que transitan por el Estrecho de Ormuz y el Canal de Suez. Incluso, hay previsiones que dicen que la inteligencia artificial impactará positivamente en la gestión de las cadenas de suministro globales.
En la misma línea, la victoria de Donald Trump en Estados Unidos hace pensar que, más pronto que tarde, se firmará la paz entre Rusia y Ucrania, lo que también mejorará las cadenas de suministro mundiales. Este factor es muy importante, porque, como consecuencia, se liberarán recursos que, en el caso de las grandes empresas, irán destinadas a los presupuestos de TI y digitalización. Paz en Oriente Medio y en Ucrania también significaría mayor eficiencia del sector energético, nunca más esencial que hoy: es sabido del consumo de energía impresionante que requiere la inteligencia artificial. Los centros de datos consumen tanta energía eléctrica que firmas Big Tech como Microsoft, Amazon y Meta, entre otras, acudirán a la energía nuclear. En España, empresas de energía como Iberdrola y Repsol, apuestan por los data centers, por esa demanda energética extra prevista derivada del uso de la IA. Data centers será una de las partidas de gasto en TIC que más aumentará en 2025: 23%, o una inversión de 405.505 millones de dólares.
De la victoria de Trump en Estados Unidos también se derivan otros dos factores a tener en cuenta. El primero, la imposición de aranceles que deriva en un recrudecimiento de la guerra comercial, tanto entre EE.UU. y China, como entre Estados Unidos y la Unión Europea, que afecta directamente a España. Los aranceles sobre productos importados suelen tener un efecto inflacionario que, en última instancia, acaban pagando los consumidores. Es lo que se llama eufemísticamente como “el impuesto sobre ventas”: el exportador aumenta el precio de su producto para compensar el coste del arancel. Paga el plato roto quien importa, sea distribuidor, retailer, fabricante, gran empresa, pyme, autónomo o familia. En el caso de los productos tecnológicos, la guerra de aranceles podría tener consecuencias, como ya vimos en 2024, con el encarecimiento del precio de los semiconductores, chips, microprocesadores…
Precisamente, microprocesadores es un ámbito que se benefició mucho del auge de la inteligencia artificial en 2024, aumentando tremendamente el gasto en compra de chips globalmente, aunque beneficiándose más unos fabricantes que otros: NVIDIA -hasta hace una semnaa era la empresa mejor valorada del mundo por encima de Apple y Microsoft-, vio crecer sus ventas en porcentajes nunca vistos, por sus procesadores preparados para la IA como las GPU Blackwell propicias para la IA Generativa; igualmente, AMD, Broadcom, TSMC, ASML, Apple, Samsung Semiconductores y otros fabricantes. Curiosamente, contra toda lógica económica, el aumento de la demanda de procesadores no provocó una bajada de precios (venta en volumen), sino que aumentó, derivada de los aranceles impuestos a China para importar microprocesadores.
Las estimaciones de ventas de procesadores para 2025 son pasar de 69,49 billones de dólares en 2024 a 74,96 billones en 2025, es decir, un crecimiento anual del 7,9%. Este incremento se debería al aumento de ventas de ordenadores personales, data centers, smartphones, consolas de videojuegos y aplicaciones de Internet de las Cosas (IoT) en el ámbito industrial, entre otras. El aumento de las ventas de esos “electronic hardware devices” será del 10% en 2025, alcanzando la cifra de 810.234 millones de dólares. En el caso concreto de los PC & ordenadores, en 2024 las ventas mundiales aumentaron 1% respecto a 2023, alcanzando la cifra de 262,7 millones de ordenadores vendidos.
Para anticipar ventas en los mercados de consumo -ordenadores personales, smartphones, consolas de videojuegos, por ejemplo-, acudimos a las teorías de la llamada “Economía del Comportamiento”, de los premios Nobel de Economía Richard Thaler y Robert Schiller. Aún así, predecir ventas de PC en 2025 es harto difícil en enero, porque hay factores imprevisibles a favor y en contra: China -con crecimiento económico ralentizado, en deflación y descenso del consumo y falta de financiación bancaria- ha puesto en marcha planes de estímulo económico para animar el consumo, que van desde cupones públicos a las puertas de los supermercados para hacer la cesta de la compra, a la subvención de la compra de ordenadores en el hogar. Esto podría animar la venta de PC en la segunda economía del mundo. En Occidente, Microsoft dejará de dar servicio técnico a Windows 10 en octubre, lo que podría anticipar una renovación del parque de ordenadores en el entorno corporativo empresarial. Pero también hay factores negativos que hay que tener en cuenta.
Gran parte del aumento de las ventas, tanto de dispositivos de hardware como de los chips, viene de las expectativas asociadas a la inteligencia artificial. Sin embargo, los recientes sucesos acaecidos consecuencia de la aparición en escena de la startup china DeepSeek, podrían ser un factor de incertidumbre para dilucidar si la demanda de chips en Occidente, aumentará o decrecerá. Como explicamos en IT User nada más ocurrir “el terremoto”, los efectos de DeepSeek son desproporcionados y fuera de lugar y no tienen nada que ver con el estallido de la burbuja dot.com de 2000. Incluso, se ha comparado a Cisco Systems (empresa con mayor valor bursátil en 2000) con Nvidia (empresa con mayor valor bursátil a principios de enero de 2025, que, a finales de enero se sitúa en tercer lugar, tras evaporarse medio billón de dólares en valor de mercado).
Concatenando factores geopolíticos con el impacto que tienen en el gasto en tecnologías de la información y digitalización, la demanda de inteligencia artificial, data centers y chips estará vinculada en 2025 a la evolución de la guerra comercial, tecnológica, digital -y por primacía en la IA- entre Estados Unidos y China, de la que los aranceles son una premisa muy importante. Aunque no la única, porque ha de tenerse en cuenta que China cuenta con su propio ecosistema empresarial tecnológico digital imponente, con Huawei, Baidu, Weibo, Oppo, Xiaomi, Alibaba, Tencent, ByteDance (TikTok) y otras.
No pretendemos agotar el tema en esta introducción. Al menos queremos dar las grandes pinceladas de los presupuestos de gasto en TIC y Digitalización en 2025, conforme previsiones a principios de año.
Terminamos con otras partidas de gasto abultadas: Software (+14%) y ventas estimadas de 1.246.842 (1,2 billones de dólares); servicios de TI, con ventas previstas de 1.731.467 (1,7 billones de dólares) o un crecimiento del 9%; y servicios de comunicaciones y conectividad crecerán 3%, alcanzando ventas de 1.423.746 (casi 1,5 billones de dólares).
Volviendo al principio y, para terminar, el gasto en tecnologías de la información y digitalización en 2025 alcanzará 5,617,795 (casi 6 billones de dólares) o 9,8% de crecimiento.