Alfonso Ramírez, Kaspersky: No tenemos, ni hemos tenido, ninguna relación inapropiada con Gobiernos

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Alfonso Ramírez, Kaspersky

De nada ha valido no encontrar pruebas de que existe una relación entre la firma de seguridad y el gobierno ruso para que al final se prohíba utilizar los productos de Kaspersky en las agencias federales de Estados Unidos.

“No tenemos, ni hemos tenido, ninguna relación inapropiada con ningún gobierno”, ha dicho Alfonso Ramírez, director de Kaspersky Iberia, en relación con la decisión de una agencia del gobierno de Estados Unidos de ordenar a las agencias federales que dejen de utilizar productos de la compañía rusa de seguridad.

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Las declaraciones se han realizado esta mañana en Madrid, previa la presentación de la nueva gama de soluciones de seguridad de la compañía, que este año cumple 20 de existencia.

La decisión, que se ha ido gestando desde hace meses, en realidad se ha tomado sin aportar pruebas que inculpen a Kaspersky, cuyo director general para España y Portugal ha asegurado que “desde Kaspersky no hemos ayudado, ni ayudaremos, a ningún gobierno en tareas de ciberespionaje”.  Por el contrario, la compañía es colaboradora habitual de cualquier organismo que solicite su ayuda, incluidos la Interpol, la Europol o la policía de Londres.

Todavía le quedaba a Alfonso Ramírez una declaración, el gran titular de la jornada: “En Kaspersky hacemos escudos y no espadas”.

Miedo sin pruebas

Quizá el principio del fin fue un artículo publicado en Bloomberg que asegura que Kaspersky habría estado colaborando con la Inteligencia rusa, algo que las autoridades de Estados Unidos estaban investigando. Y sin haber podido demostrar nada, la administración de Donald Trump ha decidido eliminar al fabricante de seguridad de la lista de proveedores a los que las agencias federales pueden comprar software.

Kaspersky ha negado en varias ocasiones tener vínculos con cualquier gobierno, asegurando que nunca ha colaborado en tareas de ciberespionaje. Pero parece que de nada ha servido porque en una carta escrita por Lamar Smith, presidente del Comité de Ciencia, Espacio y Tecnología de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, se dice que el comité “está preocupado de que Kaspersky Lab sea susceptible de manipulación por parte del gobierno ruso, y que sus productos puedan ser utilizados como herramienta de espionaje, sabotaje u otras actividades nefastas contra los Estados Unidos”.

En todo caso, Elaine Duke, responsable de seguridad interior, ha dado a las agencias tres meses para eliminar el software, que se cree es utilizado en seis agencias federales.

Lo cierto es que la prohibición a nivel federal ha generado confusión, ya que BestBuy y Office Depot, dos grandes retailers del país, han dicho que dejarán de vender software de la compañía rusa, y eso a pesar de haberse aclarado que los consumidores no necesitan estar alarmados

Golpe a la economía rusa

Turbulencias geopolíticas, esa es, en opinión de Eugene Kaspersky, “la razón por la que nos rehúyen”. A través de un post, el fundador de una de las empresas de seguridad privadas más grandes del mundo reflexiona sobre una situación para la que “al igual que con las noticias sensacionalistas, no hay datos ni pruebas”.

Hace referencia el directivo a un artículo reciente publicado en The Washington Post en el que se dice que los funcionarios del Ministerio de Hacienda estadounidense “tenían planes para dar un golpe a la economía rusa. Una recomendación preliminar exigía ir tras las empresas tecnológicas, incluida Kaspersky, la firma de ciberseguridad con base en Moscú. Pero a los escépticos les preocupaba que el daño pudiera llegar a Europa y señalaron a las empresas estadounidenses que usaban los sistemas y software de Kaspersky”.

Eugene Kaspersky se siente “cogido en medio de una lucha geopolítica”, lo que implica que nunca habrá ninguna prueba que corrobore las falsas acusaciones. Lo peor, dice, es que “pronto estén en la misma situación que nosotros otras empresas de ciberseguridad con base en países diferentes. Los debates geopolíticos no entienden de verdades; se puede culpar a cualquiera sin tener pruebas”.

Por el momento, y tras haberse ofrecido a reunirse con los representantes del gobierno y testificar en el congreso estadounidense, finalmente se le ha invitado a testificar el próximo 27 de septiembre a las 10.00h, y él ha aceptado.