¿Se convertirá Reino Unido en un paraíso fiscal tras el Brexit?
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En un memorándum, la OCDE advierte que, una de las consecuencias del Brexit, es que el Reino Unido podría convertirse en un paraíso fiscal para atraer capital extranjero. No obstante, también reconoce que el precio que tendría que pagar sería muy elevado.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el Reino Unido podría tratar de convertirse en un “paraíso fiscal”, bajando los impuestos, con el fin de atraer inversión extranjera una vez que su salida de la UE se haya materializado. A pesar de que existe esta posibilidad, el organismo cree que esta opción tiene muy pocas probabilidades de materializarse, debido a que el precio que tendría que pagar sería demasiado elevado.
Reuters, que ha tenido acceso al documento de la OCDE, recuerda que la idea de que Reino Unido decida bajar los impuestos sobre los beneficios de las multinacionales (algo que también podría ayudar a las empresas a eludir los impuestos que tienen que pagar en otros países de la UE) ha estado en la mente de algunos expertos en política desde que los británicos decidiesen abandonar la Unión Europea.
“El impacto negativo del Brexit en la competitividad del Reino Unido puede hacer que el país decida aplicar una política de impuestos más agresiva”, asegura Pascal Saint-Amans, responsable de política fiscal de la OCDE, en el memorándum. “Dar pasos en esta dirección supondría convertir al Reino Unido en un paraíso fiscal”. No obstante, la política fiscal del Reino Unido no facilitaría esta opción.
La agencia de noticias también recuerda que el Reino Unido se encuentra en medio de un proceso que tiene que finalidad recortar en un 17% el impuesto de sociedades. Además, y con el objetivo de convertirse en el país más competitivo en lo que a política fiscal se refiere y dentro del G-20, el Reino Unido ya ha aprobado una serie de ventajas fiscales que permiten a las compañías pagar menos impuestos sobre algunos de sus beneficios.
La OCDE afirma que para mejorar “de forma significativa” su atractivo para empresas extranjeras, Gran Bretaña tendrá que rebajar su tasa impositiva y añadir ventajas fiscales. Además, también podrá ofrecer acuerdos fiscales a algunas empresas, algo que está prohibido por la legislación de la UE.
No obstante, Pascal Saint-Amans reconoce en el memorándum que el estado de ánimo de los británicos tras la victoria del Brexit no facilitaría dar más beneficios fiscales a las multinacionales. “Es un movimiento difícil para cualquier nuevo Gobierno”. A esto hay que unir que Reino Unido “no puede permitirse el lujo de reducir los impuestos”, tanto por la presión que tienen que soportar las finanzas públicas, “que sólo puede aumentar”, como por el impacto negativo que va a tener el Brexit en el crecimiento económico del país.
“Los llamados paraísos fiscales son generalmente países pequeños con acceso a mercados más amplios”, destaca Reuters. “La reducción de los impuestos, en realidad, incrementan los ingresos de un estado. Sin embargo, en el caso del Reino Unido, éste perderá dinero debido a que las multinacionales obtienen grandes beneficios en el país”.
La OCDE considera que la rebaja de impuestos tampoco tendría un impacto significativo en la mejora del empleo, debido al propio tamaño del país.
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