Nueva York y San Francisco, las ciudades que más facilitan el emprendimiento femenino

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Nueva York y San Francisco, junto con Londres, son las ciudades del mundo que más facilitan la iniciativa empresarial de las mujeres, según el informe de Dell "WE Cities 2017". Barcelona está situada en el puesto 29 y es la única ciudad española que aparece en este documento.

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Dell acaba de dar a conocer durante la novena edición de su Conferencia de Mujeres Empresarias (DWEN) los resultados el informe Women Entrepreneur Cities Index 2017 (WE Cities), un documento que analiza las barreras y oportunidades con las que se encuentran las mujeres a la hora de acceder al capital y a la tecnología que necesitan para hacer crecer sus negocios.

Este documento revela que el nivel de emprendimiento femenino creció un 13% en todo el mundo durante 2017, lo que refleja el impulso de la representación femenina tanto en el sector privado como en el público en muchas regiones del mundo.

Sin embargo, el acceso al capital y la tecnología, además de otras barreras culturales y políticas, continúan frenando el éxito de las empresas propiedad de mujeres. Por ejemplo, solo el 2% del capital riesgo se destinó a iniciativas lideradas por mujeres y, además, una gran mayoría de emprendedoras no aprovecha convenientemente el potencial que ofrecen las nuevas tecnologías para la evolución de sus empresas, según el informe.

Ranking de ciudades
En la elaboración del ranking de las 50 ciudades del mundo más favorables al emprendimiento femenino, lideran la clasificación tres grandes urbes, Nueva York, San Francisco y Londres, seguidas de Boston, Estocolmo, Los Ángeles, Wahington, Singapur, Toronto y Seattle.

Barcelona es la única ciudad española que aparece en este informe de género de Dell que estudia las capacidades de las ciudades a la hora de atraer y retener el talento femenino. Aparece el puesto 29.

La firma ha tenido en cuenta cinco factores básicos: acceso al capital, tecnología, talento, cultura y mercados. A su vez, estos pilares se organizaron en dos grupos: entorno operativo y entorno propicio. La calificación general se basa en 72 indicadores, de los que 45 presentan un componente de género. Los indicadores individuales se ponderan según cuatro criterios: relevancia, calidad de los datos subyacentes, singularidad en el índice y componente de género.