El emprendimiento tecnológico es bajo en España, según el ONTSI
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El emprendimiento tecnológico es bajo en España, ya que solo el 7,5 % de las iniciativas emprendedoras se realizaron en sectores de alta y media tecnología. Así lo afirma un informe del Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la SI.
Los indicadores sobre emprendimiento para España muestran valores por debajo de la media de los países más desarrollados, según un nuevo estudio que acaba de publicar el ONTSI basándose en los datos de 2018. De media, en ese año, el 10% de los ciudadanos de los países más desarrollados y el 7,7% de los ciudadanos de la UE28 estaban involucrados en una iniciativa emprendedora, frente al 6,4 % de los españoles.
Además, el emprendimiento tecnológico es bajo en España, ya que el 7,5 % de las iniciativas emprendedoras se llevaron a cabo en sectores de alta y media tecnología. En general, de acuerdo con los datos que maneja el organismo, la mayor parte de las iniciativas de emprendimiento entre los españoles tienen como motivación la de aprovechar una oportunidad, un negocio detectado (70,7%), si bien no son pocos los que emprenden por necesidad (22,6%). Respecto al entorno en el que se desarrolla el emprendimiento en España, el índice de contexto de emprendimiento nacional muestra valores similares a otras grandes economías europeas, aunque se posiciona en el puesto 16 de entre las principales economías mundiales.
El estudio destaca que el emprendimiento en España crea empresas y genera autoempleo y empleo, independientemente del sector de actividad.
Startups
El estudio considera startups a empresas que tienen una antigüedad de menos de diez años y, o cuentan con tecnologías o modelos de negocio altamente innovadoras, o tienen, o al menos se esfuerzan por, un aumento significativo de empleados y o ventas.
En Europa, la mayoría de las nuevas empresas pertenecen al sector de desarrollo de software / TI (19,1 %) seguido del software como servicio (18,5%), la tecnología bio, nano y médica (7,6 %) y tecnología industrial/producción/hardware (6,5%). Un gran número de estas empresas se funda como empresas independientes en la media de los países europeos (73%), algo que ocurre en menor medida en España (53%). En el caso español, destacan los bajos niveles de fundación de startups a partir de spin-off de una empresa, de una universidad u otra institución de investigación si lo comparamos con la media de la UE y de las principales economías europeas.
Sobre su financiación, hay diferencias entre las startups europeas y las españolas. Las primeras fundamentalmente se financian a partir de los ahorros de los fundadores (78%), la ayuda de amigos y familia (30%), los business angels (29%) y el capital riesgo (26%). En el caso de España, analizando la inversión no bancaria en startups, la mayor parte de esta procede de capital riesgo internacional (51%), seguido del capital riesgo nacional (45%) y las entidades de capital riesgo públicas (3,5%). Esta financiación se concentra principalmente en startups de Cataluña (45,3%) y Madrid (33,7%).