Solo el 12% de las compañías están muy bien preparadas para afrontar la crisis del coronavirus

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Gartner sostiene que solo el 12% de las organizaciones está muy bien preparadas para afrontar el coronavirus debido a los resultados que arroja un estudio que ha realizado sobre continuidad de negocio.

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Solo el 12% de más de 1.500 encuestados por la consultora cree que sus negocios tienen un nivel de preparación muy alto para afrontar el impacto del coronavirus, mientras que el 26% piensa que la epidemia tendrá poco o ningún impacto en su negocio, según un reciente estudio de Gartner.

Sus expertos preguntaron a los participantes qué grado de preparación tienen para asumir el impacto de Covid-19. El 56% opina que están algo preparados, y el 11% dice que está relativamente o muy poco preparados. Solo el 2% cree que su empresa puede continuar funcionando de manera normal, por lo que la gran mayoría es consciente de que habrá un impacto en su actividad. De ellos, el 24% espera poca afectación, mientras que la mayoría cree que la actividad seguirá pero a un ritmo reducido (57%), que se restrinja severamente (16%) o que se suspenda por completo (1%).

Para Gartner, la falta de confianza viene motivada por el hecho de que muchas organizaciones abordan la gestión de riesgos de una manera anticuada e ineficaz. Según Matt Shinkman, vicepresidente de su práctica de Auditoría y Riesgos, “las organizaciones mejor preparadas pueden esperar disfrutar de muchas ventajas comerciales sobre empresas similares menos preparadas, ya que minimizan la alteración causada por el coronavirus".

El desafío radica en parte en la ambigüedad inherente a la gestión de un riesgo emergente como el coronavirus. A menudo, las organizaciones tienen políticas establecidas para hacer frente a la mayoría de los riesgos, pero no las activan hasta que es demasiado tarde porque nadie lo toma en serio hasta que se manifiesta por completo. El umbral de riesgo para generar una acción ejecutiva es muchas veces demasiado alto para permitir una respuesta efectiva.

El experto de Gartner dice que la alta dirección tiende a asumir que los riesgos emergentes desaparecerán y  se centran en lo que es más importante en el momento. Esto funciona en ocasiones, pero cuando no ocurre, surgen problemas.

Tener un equipo que se ocupe de la gestión de riesgos (ERM, en sus siglas inglesas) permite ver antes los riesgos y mitigar su impacto más rápido, recuerda Shinkman. En su opinión, la mejor práctica en este ámbito es centrarse en los impactos en lugar de en escenarios específicos, ya que, enfocándose en ellos estará muy claro cuándo activar el plan de respuesta y empezar a mitigar los efectos. Según Shickman, habría que evitar construir escenarios “What if? (¿y si?), y enfocarse en lo que ya se sabe para ser efectivos.

Y esta epidemia, a su juicio, es el ejemplo perfecto de cómo funciona este enfoque: las empresas que esperen hasta que el riesgo emergente impacte en sus operaciones y/o empleados, perderán terreno frente a las que estén mejor preparadas.

Las empresas pueden afrontar mejor los efectos de una posible pandemia si consideran las incidencias que podría causar un riesgo de este tipo. Si lo han hecho, habrán establecido mecanismos de monitorización y reacción, y eso les permite reaccionar ante el problema y tendrá respuestas, en el caso de una epidemia como el coronavirus, para qué hacer cuando uno de los empleados es víctima de contagio, cómo y a quién notificarlo, cuándo recomendar el teletrabajo, etc.