La era post-Covid podría acrecentar la brecha digital entre las personas con discapacidad

  • Actualidad

Las nuevas tecnologías son un factor de inclusión para las personas discapacitadas pero, a pesar de los avances de adaptación, sigue habiendo barreras. Un estudio las hace visibles y alerta de que la brecha puede crecer ya que la relevancia de la digitalización va a ser todavía mayor en la era post-coronavirus.

Recomendados: 

Educación sobre codificación segura Leer 

5 consejos clave para pasar fácilmente a DevSecOps Leer

Desde 2010, cada 15 de julio se celebra el Día Internacional de las Tecnologías Apropiadas, jornada que hace referencia al uso adecuado de determinadas tecnologías, aquellas que están diseñadas con especial atención a los aspectos sociales, ambientales, culturales, económicos o éticos en consonancia con las comunidades a las que se dirige.

Uno de los grupos sociales cuya calidad de vida ha mejorado más con el uso de la Tecnología Apropiada es de las personas con discapacidad y, por eso, coincidiendo con esta efeméride, por estas fechas la Fundación Adecco, con el apoyo de Keysight Technologies Spain, presentan el informe Tecnología y Discapacidad, un análisis que basa sus conclusiones en una encuesta realizada a 300 personas con discapacidad entre 18 y 50 años en búsqueda activa de empleo.

En España hay 5 millones de ciudadanos viven sin conexión a Internet, y uno de los colectivos más expuestos al aislamiento digital son las personas con discapacidad. De hecho, según este análisis, un 13% de las personas con discapacidad no tiene acceso a la Red en su domicilio. El 87% restante sí dispone de conexión, pero un 38% admite no desenvolverse con soltura en el entorno online.

Según los autores del informe, esta crisis ha evidenciado la importancia de las nuevas tecnologías como factor de inclusión social y laboral y, sin embargo, casi la mitad de las personas con discapacidad (45%) siguen encontrando barreras: un 42% declara que le parece “muy complejo y avanzado su uso”, seguido de un 32% que encuentra problemas de accesibilidad, al no poder manejar ciertos dispositivos debido a incompatibilidades derivadas de su discapacidad. Por su parte, un 20,6% no confía en lo digital y “tiene miedo” a ser engañado y/o víctima de algún fraude, mientras que un 15,9% afirma carecer de recursos económicos para comprar y adquirir nuevas tecnologías.

Por tanto, la era post-Covid alerta sobre una realidad que es necesario visibilizar: todavía son muchas las personas con discapacidad víctimas de la brecha digital y que encuentran barreras para acceder a las nuevas tecnologías. “Un hecho que podría abocarlas a la exclusión absoluta en un contexto en el que lo digital ha adquirido una importancia sin precedentes, tanto a nivel social como profesional, si tenemos en cuenta que la búsqueda de empleo se realiza mayoritariamente online y fórmulas en auge como el teletrabajo solo son posibles a través de las nuevas tecnologías”, advierte.