Por qué creen los CEO que sus empresas fallan en transformación digital

  • Estrategias digitales

El 90% de las compañías españolas fallan en la transformación digital por la cultura de resistencia al cambio. Tienen que afrontar muchos retos, entre ellos lograr la capacitación humana y operacional, y también se enfrentan a sistemas heredados, falta de una estructura clara en la que el negocio y la tecnología no están alineados, y la brecha de talento y habilidades de sus empleados.

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Directivos de algunas de las principales aseguradoras se reunieron en la Fundación Pons para reflexionar sobre el papel del CEO en los procesos de modernización del sector, una cita organizada por RGA re junto a ICEMD, el Instituto de la Economía Digital de ESIC.

Según los directivos asistentes, el CEO es “motor principal en la implantación de la transformación digital en las empresas, un cambio en el que el 90% de las compañías fallan”. Y la razón principal, según ellos, es la cultura de resistencia al cambio que, por otro lado, es constante hoy en día.

En su opinión, para mantener el ritmo de estos cambios debe intensificarse el compromiso con el empleado, mientras que el CEO una función de liderazgo para dirigir y acompañar esta modernización con un cambio de mentalidad orientada hacia una cultura de aprendizaje. “Una cultura en la que empoderar a los profesionales a través de una formación efectiva y de la creación de equipos colaborativos, transversales y multidisciplinares”, concluyeron.

El reto que afrontan las compañías en su proceso de transformación digital es lograr la capacitación humana y operacional, pero para ello se enfrentan a sistemas heredados, falta de una estructura clara en la que el negocio y la tecnología no están alineados y la brecha de talento y habilidades de sus empleados, lo que puede provocar una cultura de resistencia al cambio.

Otra de las conclusiones del debate es la importancia de la ejecución en la transformación de estas compañías, ya que, si la metodología funciona, la clave recae en la forma de ejecutarla y comunicarla. Por ello conocer estas técnicas y adaptarlas a la realidad de cada compañía es fundamental para la toma de decisiones.

Esto va en línea con el estudio “Una Transformación Incompleta” realizado por ICEMD, que sostiene, por ejemplo, la mentalidad a corto plazo que tienen las empresas respecto a la tecnología y también destaca la importancia del CIO como cómplice del CEO para no limitar la transformación a la tecnología, sino hacerla extensible a las personas que la manejan en su día a día.

Enrique Ruiz Martín, director general de RGA re Iberia, señaló que “el rol del directivo ha evolucionado en el sector asegurador, es cada vez más complejo, pues se le exigen más atributos. A la capacidad de gestión se le han ido añadiendo otras capas como las habilidades de comunicación, el saber escuchar, grado de empatía, saber rodearse de perfiles heterogéneos, abrazar la diversidad… hasta llegar a la capa de la innovación: hoy el directivo tiene que ser el garante de que la innovación esté en el ADN de la empresa”.

Para superar estos retos, la transformación se tiene que entender como un cambio de mentalidad, en la que es necesario tener un amplio conocimiento de las tecnologías digitales y disruptivas, realizando un plan estratégico con las personas en el foco y en el que se apliquen metodologías ágiles. En este sentido, Félix de Ana, acelerador digital de de Grupo PSA, señaló que “toda transformación ágil comienza por un cambio cultural que debe ser impulsado por la dirección hacia una forma de trabajo flexible con el cliente en el centro y foco en el valor entregado”. La intensificación del compromiso del empleado, y su implicación en los nuevos modelos, se traduce en un aumento del 87% de retención del talento y un incremento del 19% de la rentabilidad y la productividad.

La aceleración tecnológica avanza a un ritmo exponencial, mientras que la adaptación al cambio de los humanos es gradual. Sobre ello, Antonio González Barros, presidente y fundador del Grupo Intercom, subrayó que “en los últimos cinco años se han producido más cambios que en los diez anteriores. Ante este crecimiento exponencial de la tecnología, no vamos a poder dar una buena respuesta a los retos que nos vienen si no estamos preparados y nos adaptamos a la velocidad de cambio”.

Por su parte, Rafael de Juan, CEO del Grupo Dulcesol, puso de relieve que no solo los sectores más punteros e intensivos en tecnología tienen que estar a la vanguardia de la transformación digital, sino que la innovación, la formación constante y la modernización en los procesos deben estar presentes en todos los ámbitos y destacó la importancia de la creación de centros de innovación para estar presentes en toda la cadena de valor de la fabricación y distribución de productos alimenticios.

Para clausurar el acto, Enrique Ruiz Martín y Enrique Benayas, director general de ICEMD, han protagonizado un coloquio en el que se ha destacado la necesidad no ya de transformar, sino de reinventar el modelo de negocio.

La innovación no es necesariamente digitalizar ciertos procesos, si no que transciende este campo. Se trata de escuchar al mercado y de entender cómo son las tecnologías exponenciales y, a través de la formación, ser capaces de ver conexiones donde otros no las ven y desarrollar soluciones que mejoren la vida de nuestros clientes.

Según Benayas, “en un entorno de cambio continuo es fundamental estar continuamente capacitándonos para adaptarnos a la nueva realidad. La transformación no es un objetivo, no es un hito, vamos a estar mutando continuamente de una manera exponencial, es un viaje de cambio continuo. La diferencia entre tener capacitación y no tenerla es que la formación transforma personas, transforma empresas y, al transformar empresas, transforma la cultura de la empresa”.