El 57% de las emisiones de CO2 del sector TIC proceden de dispositivos de trabajo
- Estrategias digitales
El 75% de los empleados estarían dispuestos a mantener sus dispositivos más tiempo si fueran conscientes de los beneficios medioambientales. El 76% de los portátiles de las grandes organizaciones pueden ser remanufacturados, y el 24% restante podría ser reacondicionado o reciclado.
Atos ha publicado el estudio “Aumentar la sostenibilidad del entorno de trabajo digital: una estrategia basada en datos para avanzar colectivamente”, que destaca los altos niveles de desperdicio endémico en la industria informática y también identifica una serie de acciones que todos pueden adoptar para invertir la tendencia. Dado que el 79% de la huella de carbono de un ordenador portátil se produce durante su fabricación y que cada nuevo dispositivo genera aproximadamente 338 kg de equivalente CO2 antes de ser utilizado, alargar su ciclo de vida puede tener un impacto considerable.
El estudio también subraya que los ciclos de vida de los dispositivos pueden extenderse sin comprometer la satisfacción del usuario. Por ejemplo, al aumentar el ciclo de renovación estándar de tres a cuatro años, las empresas pueden reducir en un 25% las emisiones del dispositivo sin perjudicar su rendimiento ni afectar la experiencia del usuario. Además, la renovación de los dispositivos basada en datos y en su estado, combinada con el reacondicionamiento, puede lograr una vida útil de entre 8 y 10 años. Además, el 76% de los portátiles de las grandes organizaciones pueden ser remanufacturados, y el 24% restante podría ser reacondicionado o reciclado para contribuir a la economía circular.
Papel clave de los empleados en la sostenibilidad de las TI
Los datos indican que el 57% de las emisiones de carbono del sector de las TIC proceden de dispositivos y entornos de trabajo. El 75% de los empleados indicaron que estarían dispuestos a mantener sus dispositivos más tiempo si fueran conscientes de los beneficios medioambientales.
No obstante, el 16% de los dispositivos se dejan funcionando continuamente sin apagarlos, lo que pone de relieve la necesidad de una mayor concienciación de los empleados sobre las prácticas de ahorro de energía. Además, la intensidad de carbono puede fluctuar hasta 2.3 veces a lo largo del día. Informar a los usuarios sobre los mejores momentos para utilizar la red eléctrica y fomentar el uso de la batería podría contribuir a una mayor eficiencia energética.
En resumen, el estudio de Atos demuestra que una gestión sostenible del entorno de trabajo, mediante la implementación de procesos y buenas prácticas, no es ni prolongada ni costosa.