Migración al cloud: ¿tan sencilla como parece?

  • Opinión

John Gazal_imagen John Gazal, VP para el Sur de Europa y Brasil de OVHcloud

Empresas de todos los tamaños y sectores están acelerando la adopción de soluciones cloud. Las pymes pueden realizar la transición al cloud de manera relativamente rápida; sin embargo, este proceso es mucho más complejo para aquellas empresas con un volumen de trabajo en constante crecimiento. ¿Qué se debe tener en cuenta a la hora de realizar la migración?

Las tecnologías cloud están transformando la manera en que las empresas aprovechan sus recursos al darles la posibilidad de responder de forma inmediata a las oportunidades del mercado y destinar recursos financieros justo en el momento más oportuno. A pesar de que el cloud aporta multitud de ventajas, existen también una serie de riesgos y escollos que las empresas deberían tener en consideración en su transición al cloud.

La correcta preparación lo es todo

Al igual que sucede con todos los proyectos corporativos de gran envergadura, la preparación para una migración exitosa al cloud es uno de los elementos más esenciales. Para ello debería crearse un equipo de proyecto que se ocupe principalmente de la reestructuración de la infraestructura y, con ella, de la migración al cloud. La conversión del ecosistema de TI y su transferencia a la nube pueden provocar incertidumbre y confusión. Por eso, es extremadamente útil mantener una comunicación transparente y contar con una gestión profesional del cambio para garantizar que el proceso de migración vaya sobre ruedas.

Otro aspecto clave al que muchas empresas no dan la adecuada atención es el nivel de formación de sus equipos técnicos en procesos y tecnologías cloud: se puede resolver mediante formación, pero también muchas veces, mediante contratación de talento externo. El nivel de preparación técnica de los equipos internos asegura no solo una mayor probabilidad de éxito de la transformación sino también un mayor apetito por el cambio.

¿Qué cabe esperar del cloud?

Esta es una pregunta sencilla que, en la práctica, rara vez recibe respuesta al inicio del proceso. El cloud proporciona numerosas ventajas, como la escalabilidad, la flexibilidad y la redundancia geográfica. Pero para que la migración al cloud sea exitosa, es esencial determinar también las ventajas económicas y establecer los objetivos corporativos. Por ejemplo, una empresa podría buscar una mayor agilidad de sus sistemas de TI debido a sus fluctuaciones de tráfico, mientras que otra desearía mejorar la colaboración entre equipos remotos. Por tanto, cada empresa debe definir los motivos para la migración al cloud en función de su modelo de negocio.

¿Cuál es el coste de migrar al cloud?

El cálculo del denominado coste total de propiedad (TCO, por sus siglas en inglés) conlleva mucho más que una simple comparación entre la inversión inicial en el hardware propio y los costes recurrentes de un entorno en el cloud.

Se deben tener también en consideración los costes derivados de utilizar, mantener y actualizar la correspondiente solución de TI a lo largo de todo su ciclo de vida, que normalmente suele ser de entre cinco y diez años, en función del proyecto.

Un análisis TCO exhaustivo comprende las siguientes tres categorías principales:

1. Gastos de capital (CapEx): Compra inicial de hardware y software, inversión en unas nuevas instalaciones de datacenter.

2. Gastos de funcionamiento (OpEx): Gastos auxiliares en hardware y software, salarios íntegros de los empleados del departamento de TI, costes de mantenimiento.

3. Costes indirectos: Efectos de los tiempos de inactividad en la productividad, la agilidad comercial o la pérdida de ventas y oportunidades, así como otros factores como pueden ser la formación interna.

Para cada uno de estos ámbitos, los costes deben registrarse en su totalidad, para que la comparación económica con una solución cloud sea veraz.

Los proveedores cloud a menudo cuentan con modelos de facturación extremadamente complejos, ofrecen multitud de servicios y sus características adicionales deben pagarse aparte porque no forman parte de la tarifa mensual. Para no perder la visión general es muy útil contar con una definición clara de los requisitos del nuevo entorno en la nube, para poder así comparar las tarifas de los diferentes proveedores.

Otro aspecto importante es contar siempre con una estrategia de salida. Si fuera necesario transferir de nuevo los datos en la nube a un servidor propio más adelante o cambiar de solución cloud, ello se traduciría, en la mayoría de casos, en un gran volumen de gastos. Este fenómeno recibe la denominación de dependencia del proveedor o vendor lock-in. Es fácil entrar en el cloud, pero no tanto salir.

¿Qué tipo de migración es el adecuado?

En primer lugar, independientemente del tipo de migración escogido, deben limpiarse los datos de antemano para ahorrar en costes que podrían haberse evitado a la hora de almacenarlos en la nube. Es importante además contar con una visión general del entorno de aplicaciones: ¿están todas las aplicaciones realmente listas para el cloud?

A continuación, se debe escoger para la migración entre tres posibles enfoques o una combinación de algunos de ellos:

1. Realojamiento

Mediante este enfoque, denominado también lift-and-shift («recoger y trasladar»), las aplicaciones se transfieren inalteradas, sin tener que editar el código en lo más mínimo. El realojamiento puede realizarse de diversas maneras: migración en caliente, migración en frío o migración masiva.

2. Replataforma

Este tipo de migración adapta las cargas de trabajo a la nueva plataforma y las optimiza para un mayor rendimiento y escalabilidad. Aun así, la arquitectura básica de la aplicación permanece inalterada.

3. Refactorización

El modelo de migración que más tiempo y recursos consume es la denominada refactorización, en la que las cargas de trabajo migradas se revisan y reescriben por completo. Esto permite que las aplicaciones empleen funciones y marcos nativos del cloud.

En conclusión

La migración al cloud es un proyecto complejo y, debido a los diversos entornos de infraestructura, aplicaciones y usos, se trata siempre de una propuesta extremadamente personalizada. Con la correcta preparación y el asesoramiento técnico por parte de expertos en TI, es una emocionante transformación que trae consigo multitud de ventajas. Los costes de los sistemas de TI pueden optimizarse gracias a la transformación de los gastos puntuales de gran envergadura en gastos operativos de carácter mensual. La colaboración mejora al permitir a los miembros del equipo dedicarse a los flujos de trabajo en tiempo real –estén donde estén–, y poder visualizar siempre su último estado. Los procesos redundantes se evitan en gran medida, con lo que aumenta la productividad.

Un plan de migración sólido que encaje con la estructura de sistemas de información actual de la empresa, una formación adecuada de los equipos y una comunicación frecuente con el proveedor de servicios cloud escogido, son las mejores herramientas para efectuar con éxito la migración al cloud y cosechar rápidamente sus beneficios.

John Gazal, VP para el Sur de Europa y Brasil de OVHcloud

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