Inteligencia Artificial, punto de inflexión para el sector tecnológico digital

  • Opinión
IA Economy

El sector tecnológico digital se encuentra en un punto de inflexión respecto a la Inteligencia Artificial (IA). Es un momento crítico para todos los segmentos de la industria tecnológica y la transformación digital y de las empresas que forman parte de ella. El sector tecnológico está en la encrucijada por la que debe decidir qué hacer con la IA.

El porqué de esa toma de decisión es poliédrica, porque las llamadas de atención surgen desde distintas perspectivas. La primera proviene del lugar más importante: los inversores, los que ponen el dinero para que la innovación continúe en el sector tecnológico. Desde hace seis décadas la innovación (por tanto, también la financiación que la hace posible) es el factor más importante que caracteriza al sector tecnológico digital. Sin innovación, el sector tecnológico languidecería y, con él, toda la economía mundial.

Siendo la inversión un menester tan importante, los que invierten piensan mucho a la hora de poner su dinero o el dinero que gestionan de terceros. En los dos últimos años (2022-2024), los inversores institucionales han invertido miles de millones en la promesa de la Inteligencia Artificial.

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El grueso de la inversión se concentra en las empresas que tienen más valor en Bolsa que, aunque sea redundante, son las empresas mejor valoradas del mundo, con varias de ellas en los tres billones de dólares (Apple, Microsoft, Nvidia) e, inmediatamente después, Alphabet (Google), Amazon (Amazon Retail y Amazon Web Services o AWS), Meta (Facebook, Instagram, WhatsApp, Threads) y Tesla, cuyo principal accionista, Elon Musk, dice querer transformar “Tesla, de fabricante de coches eléctricos, a compañía líder en IA”, junto al ecosistema de empresas tecnológicas que domina el hombre más rico del mundo: SpaceX, X (antigua Twitter), Neuralink, xAI, entre otras.

Las firmas tecnológicas digitales antes mencionadas, suelen ser denominadas como BigTech o “las Siete Magníficas”, por sus buenos resultados empresariales y, sobre todo, por su inmenso valor en Bolsa. Debido a este último factor, tener en cuenta las expectativas de los inversores institucionales sobre las empresas BigTech y las perspectivas que las propias empresas explican, cuando presentan resultados, orienta la toma de decisiones de los inversores.

 

Inversores institucionales y ROI de la IA

Las dudas sobre si la inversión en Inteligencia Artificial, que los inversores institucionales han puesto en manos de los gestores de las empresas tecnológicas digitales, rendirá pronto un ROI, desembocó en fuertes caídas en los mercados de valores asiáticos, europeos y norteamericanos este verano. Sucedió el 5 y el 28 de agosto de 2024, tras las presentaciones de resultados de las principales empresas tecnológicas digitales, que decepcionaron a los inversores institucionales.

Si las dudas y decepciones de los inversores acerca del ROI en IA están fundadas o no es objeto de otro análisis posterior más profundo. Aquí y ahora queremos hacer notar que los ojos de aquellos que gestionan los mayores patrimonios del mundo, están puestos en el desempeño de la IA: hasta ahora, los dueños del dinero lo han considerado una “inversión”. Lo que quisieron demostrar con la destrucción de valor en Bolsa es un aviso de que podrían cambiar esa consideración de “inversión” a la de “gasto”. Entre las dos caídas de la Bolsa americana en agosto pasado, se perdieron 1,4 billones de dólares o lo equivalente al Producto Interior Bruto español (INE, 2023). Casi 300.000 millones de dólares perdió Nvidia en Bolsa el 28 de agosto.

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En septiembre de 2024, un mes después, estas empresas han recuperado todo el valor perdido. Lógico, por dos motivos: primero, insistimos, se trató de “simples avisos” de los inversores institucionales, mediante ventas masivas, pero controladas, de acciones de las firmas tecnológicas en bolsa. Segundo, objetivamente hablando, los resultados presentados por las empresas tecnológicas digitales, en el verano de 2024, fueron buenos: Nvidia dobló ventas y beneficios; las ventas y beneficios de Apple, Alphabet (Google), Amazon, Meta y Microsoft, aumentaron de media en dos dígitos porcentuales; y todas las firmas aumentaron cuotas de mercado (lo que, en otro orden de cosas, les ha planteado problemas con la justicia y las autoridades de la competencia en Europa y EE.UU.). Tan solo Tesla no presentó resultados espectaculares y, aun así, su principal accionista (Elon Musk) obtuvo el bonus más elevado de la historia empresarial mundial: 46.400 millones de dólares en junio de 2024 (tras quejas de algunos accionistas y litigios en tribunales).

 

Expectativas de futuro de la Inteligencia Artificial

La perspectiva de los inversores no es la única, pero sí la más importante: en su mano está la espita que hace que fluya -o no- el dinero. Su desconfianza hacia los resultados de las firmas Big-Tech no provenía de los resultados empresariales, sino de su procedencia y de las promesas de futuro.

Sobre la procedencia, los inversores penalizaron a Meta y a Google (Alphabet) porque la mayor parte de sus ingresos provinieron de los negocios tradicionales de la publicidad online, cuya cuota de mercado conjunta alcanza el 95% y, de nuevo, aflora problemas con las autoridades de la Competencia. ¿Qué hubieran querido los inversores? Que Mark Zuckerberg (Meta) y Sundar Pichai (Alphabet-Google) hubieran dicho que los beneficios provenían -al menos en parte- de “la IA y los nuevos negocios asociados”. En cambio, ambas empresas anunciaron más inversiones billonarias en IA. Lo mismo sucedió a Amazon cuando su CEO, Andy Jassy, explicó que el crecimiento en ventas y beneficios tuvo su origen en el negocio tradicional de distribución online, tanto propia como desde el Marketplace y, en menor medida, de Amazon Web Services (AWS), donde la compañía fundada por Jeff Bezos es líder, seguida por Microsoft Azure y Google Cloud.

De hecho, las unidades de negocio de Cloud es donde AWS, Microsoft Azure y Google Cloud dicen que tienen embebida la IA. Indirectamente, los CEO de estas empresas atribuyeron el aumento de ventas y beneficios a la IA, por estar ubicada en Cloud. Cierto hasta cierto punto, pero no convincente cara a los inversores, que no se dejan convencer fácilmente y, menos aún por disquisiciones teológico-tecnológicas.

Tras la procedencia del aumento de ingresos, está la cuestión de las expectativas a futuro. Ningún inversor institucional invierte conforme a rentabilidades pasadas.

Lo que importa es la perspectiva de futuro que dibuja la empresa y el plan concreto que sustenta el cómo va a conseguir lo que promete. Hace dos décadas, el horizonte temporal de inversión a futuro, se expresaba en el “Five Years Business Plan”. Pero las varias revoluciones tecnológicas han acelerado al máximo la exigencia de resultados de los inversores: cada trimestre es, en sí mismo, un todo absoluto.

Por eso, cuando el CEO de Intel, Pat Gelsinger, presentó resultados negativos y peores perspectivas a futuro para la empresa fabricante de microprocesadores, su valor en Bolsa se hundió. Ahora, Intel está inmersa en una redefinición de todo su modelo de negocio, desde la organización, el diseño, la fabricación... y, al igual que el resto de grandes compañías tecnológicas, anunció una ronda de despidos para reducir costes: 15.000 personas.

 

Empresas tecnológicas digitales que despiden en EE.UU.

Tesla, Google, Meta, Microsoft (Xbox, Activision) Apple, IBM, Salesforce, Cisco, Amazon, Twitch, Discord, Unity Software, Dropbox, eBay, Flexport, iRobot, Paypal, Okta, Snap, DocuSign, Zoom, Sony, Expedia, Bumble, Electronic Arts, Take-Two Interactive, Peloton, Indeed, Pixar, Intuit… son solo algunas de las empresas tecnológicas que anuncian más planes de despidos para lo que queda de 2024. Es una de las formas que tienen los gestores de convencer a los inversores para que continúen invirtiendo en IA. Es la tecnología más cara de desarrollar a día de hoy. Baste pensar en el coste de montar un datacenter, primero, y los costes asociados de computación, procesamiento y energía (entre otros), después.

Puesto que los costes son muy elevados, derivados del desarrollo de la innovación de la IA, los directivos de las empresas TIC compensan con recorte de miles de empleos, cuyas funciones pasan a ser automatizadas, mediante IA Generativa. Ya avisaron en enero de 2024, World Economic Forum, World Bank y Fondo Monetario Internacional, que “300 millones de empleos se perderían en todo el mundo, fruto de redundancias con la IA”.

En lo que llevamos de año, las empresas de tecnología han despedido a 211.033 empleados en EE.UU. En 2023, la cifra de despidos ascendió a más de 260.000. Al cierre de 2024, el número de despidos quedará en el entorno de los 300.000 trabajadores. Y no hablamos, en todos los casos, de empleados que trabajan en los almacenes de Amazon, sino de programadores de software y “amanuenses digitales de código fuente”, que están perdiendo su empleo en EE.UU., a favor de la IA Generativa que, en algunos casos, ya puede escribir software y programar, como ya hacen las versiones más adelantadas de Chat-GPT 4 y 5 de OpenAI, y Google Gemini.

La tasa de paro en Estados Unidos, en el sector tecnológico, está en el 6,6% “de la población activa de dicho sector” (Instituto Nacional de Estadística norteamericano), en los meses de junio, julio y agosto de 2024. Por contraste, la tasa de desempleo en todo el país y todos los sectores se sitúa 2% por debajo de la tasa del sector tecnológico (4,6%, tasa de paro global).

No es nuestra intención transmitir una idea negativa y pesimista del sector tecnológico, sus empresas y la IA. Hemos destacado los buenos resultados empresariales de las firmas tecnológicas. Los despidos podrían considerarse parte de la “destrucción creativa del capitalismo”, que enunció el economista y sociólogo Schumpeter en 1942.

 

Visión realista de la IA para tomar decisiones acertadas

En siguientes artículos adoptaremos y complementaremos con más visiones y perspectivas. Al fin y al cabo, este artículo es solamente una introducción. Queremos ser realistas. Ni locamente optimistas, como los protagonistas malos del “estallido de la burbuja .com”, ni pesimistas como los luditas del siglo XIX, que destrozaban las máquinas, por considerarlas enemigas del empleo. Ni lo uno ni lo otro. Queremos ser realistas.

Nos avalan cientos de estudios realizados por Advice Strategic Consultants sobre TIC, digitalización e IA. Estudios e informes para IT Digital Media Group, INE, Banco de España, operadoras de telecomunicaciones y muchas empresas del sector tecnológico digital, entre otras. Esas son nuestras credenciales y 35 años dedicados a la consultoría basada en datos para empresas del sector tecnológico digital. Experiencia práctica y real en el desarrollo e implementación de proyectos.

En próximos artículos analizaremos la encrucijada a la que se enfrentan las empresas de cada uno de los segmentos del sector tecnológico ante la promesa de la IA. No lo haremos con opiniones, sino con datos: software, semiconductores, procesadores, videojuegos, hardware, ordenadores, servidores, servicios, ciberseguridad, smartphones, networking, integradores, distribuidores, consultoras... Y haremos análisis sectoriales cruzados con variables tecnológicas, como IoT, Big Data, Edge, Cripto…

Una visión pegada a la realidad es la que permitirá una toma de decisiones objetiva y realista sobre la IA por parte de los directivos de las empresas tecnológicas en España.

 

Por Jorge Díaz Cardiel, socio director general de Advice Strategic Consultant