Pagos digitales y autenticación por voz, un tándem con futuro tras la desescalada

  • Seguridad

La autenticación por voz puede ser un buen método para garantizar la seguridad de los pagos digitales sin contacto en el futuro que, sin duda, serán predominantes, ya que el dinero en efectivo, a día de hoy, supone un riesgo a la hora de pagar por implicar contacto físico. Un especialista en el tema nos explica los puntos fuertes de esta alternativa.

 

Recomendados: 

WEBINAR >> Vídeo colaboración y reuniones virtuales para una comunicación efectiva Registro 

WEBINAR >> Automatización Inteligente de Procesos para asegurar la continuidad del negocio Registro

La crisis sanitaria, económica y social, generada por el coronavirus, trae asociados muchos cambios en la forma de trabajar, de consumir, de relacionarnos y también en cómo pagamos.

Métodos tradicionales muy enraizados, como el pago en efectivo o tarjeta, van a experimentar un importante declive o cambios. Los primeros porque suponen un riesgo para la propagación y del virus, mientras que los pagos con tarjeta, en el caso de exceder determinada cantidad y tener que incluir el código en el datáfono, también conllevan contacto físico.

La autenticación por voz o las soluciones de seguridad biométrica de voz podrían ser la solución para aprobar las operaciones sin necesitar contacto, ya que “a medio y largo plazo, es necesario reajustar las medidas de seguridad de los pagos en comercios, supermercados y todo entorno físico”, explica Carlos Gavilán, director de desarrollo de negocio de Biometric Vox.

Fiabilidad y sencillez de uso
Según esta compañía, el futuro podría pasar por autorizar las operaciones con soluciones de autenticación por voz, fácil de usar y que permite realizar pagos de forma segura y sin contacto. Esta tecnología biométrica es “la posibilidad más accesible, segura y sencilla para cualquiera, teniendo muy en cuenta a las personas mayores a las que le cuesta más la adaptación a la tecnología”, asegura.

Podría sustituir a la tradicional “clave” necesaria para realizar los pagos con una tarjeta, solventando así los problemas derivados del olvido o robo del PIN. Para hacer uso de este sistema, tras pasar la tarjeta lo único que tendrían que hacer es hablar a un dispositivo equipado con micrófono para que este reconociese su voz y autorizase el pago. En el caso de usarse un teléfono móvil, se sustituiría el uso de la huella dactilar por la biometría de voz autorizando el pago.

Ni que decir tiene que la tecnología podría servir también para dar luz verde a operaciones en cajeros automáticos, ya que su uso implica contacto físico y, en consecuencia, posibilidad de contagio.