Las empresas familiares españolas, más positivas sobre su futuro que sus homólogas europeas

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Dos tercios de los empresarios familiares españoles se muestran confiados o muy confiados sobre las perspectivas para sus negocios en los próximos doce meses, cuatro puntos porcentuales por encima que la media de sus homólogos europeos.

Las empresas familiares europeas mantienen, en general, el optimismo sobre su evolución durante 2020, sin apocarse por el momento ante las incertidumbres económicas y geopolíticas al alza. La innovación, la formación y capacitación y la diversificación son grandes prioridades, puesto que se adaptan a un mundo que cambia a marchas forzadas; además, las familias cada vez se ocupan más de la planificación de la sucesión.

Así, de forma resumida, es la radiografía sobre cómo se sienten las organizaciones familiares en Europa que nos ofrece la octava edición del estudio realizado por por KPMG y European Family Business (EFB).

El estudio, que es el resultado de analizar 1.613 encuestas a directivos de empresas familiares en 27 países europeos, revela que 62% de los encuestados se muestran confiados o muy confiados sobre las perspectivas de su negocio en los próximos doce meses. El optimismo es especialmente elevado entre las empresas familiares irlandesas (91%), portuguesas (78%) neerlandesas (67%) y españolas (66%).

Las empresas familiares españolas son ocupan la cuarta posición con ese 66%, cuatro puntos porcentuales por encima que la media de sus homólogos europeos.

El 59% de los encuestados afirman haber experimentado un aumento de la facturación en el último año, mientras que otro 28% apuntó a un volumen de negocio estable. En el caso de España, el 65% de los participantes aseguró haber aumentado su facturación en los últimos doce meses.

Por otro lado, el 72% afirma que la innovación será una prioridad fundamental en los dos próximos años, junto con la formación y capacitación de la plantilla (64%) y la diversificación (50%).

El 63% creen que la lucha por el talento es su principal preocupación empresarial, frente al 53% del año pasado. El 62% de los encuestados también está preocupado acerca de la caída de la rentabilidad, y el 60 por ciento muestra inquietud acerca de los cambios normativos.

Además, están haciendo un esfuerzo por expandirse fuera de sus mercados locales. El 37% de los encuestados declararon un incremento de la actividad internacional en los últimos doce meses.

Según Ramón Pueyo, socio responsable de Empresa Familiar de KPMG en España, “el moderado optimismo de las empresas familiares es fruto de que han adquirido anticuerpos para luchar contra la inestabilidad, las tensiones comerciales, la globalización y los constantes cambios que se producen en los modelos de negocio en todos los sectores productivos”.