Las operadoras, ante el reto de la gestión sostenible y eficiente de las redes 5G

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Qué deben priorizar las operadoras de telecomunicaciones para conseguir redes 5G eficientes y sostenibles, sin disparar los costes, ha sido objeto de análisis en un estudio de STL Partners y Vertiv. Una de las conclusiones es que las que logran reducciones significativas de energía y costes lo hacen evaluando todos los ecosistemas que rodean sus operaciones de red: personas, objetivos, infraestructura y socios.

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5G, la quinta generación de tecnología móvil, permitirá ofrecer un nuevo universo de servicios y supondrá una gran revolución para las telecomunicaciones. Sin embargo, no está exento de retos para las operadoras si quiere operar redes eficientes y sostenibles sin que los costes se disparen.

En estos desafíos ha profundizado un estudio de la consultora STL Partners para Vertiv, que apunta que los operadores de telecomunicaciones deben afrontar estos retos de dos maneras: adoptando mejores prácticas de eficiencia energética en todas sus redes y animando a sus clientes a adoptar servicios habilitados para el 5G con vistas a reducir el consumo y las emisiones en todos los ámbitos de la vida.

Las redes 5G pueden ser hasta un 90% más eficientes por unidad de tráfico que sus predecesoras 4G, aunque siguen necesitando mucha más energía debido a la mayor densidad de la red, la gran dependencia de los sistemas e infraestructuras informáticas y el mayor uso de la red y el crecimiento acelerado del tráfico.

Para conseguir una mayor eficiencia, que para el 40% de las compañías que han participado en el informe, debería ser la primera o segunda prioridad de las telecos cuando despliegan sus redes, hay una serie de prácticas, organizadas en cinco categorías, que ayudan a lograr la eficiencia sin aumentar los costes:

- Tecnología de red: implantación de hardware y software diseñado y operado para la eficiencia

- Infraestructura de instalaciones: incluyendo nuevos centros de datos de edge computing para soportar la TI nativa en la nube

- Gestión de infraestructuras: desplegar el hardware y el software adecuados para medir, supervisar, gestionar, mejorar y automatizar la red

- Organización y evaluación: adoptar una visión integral y de ciclo de vida completo de los costes e inversiones en toda la red

- Trabajar con otros: elegir modelos comerciales innovadores y no tradicionales, normas y la colaboración

Para Vertiv, los operadores de telecomunicaciones que logran reducciones significativas de energía y costes lo hacen evaluando todos los ecosistemas que rodean sus operaciones de red: personas, objetivos, infraestructura y socios. “Debido a la dependencia de las TI para habilitar las aplicaciones 5G, será necesario un alto grado de colaboración entre los operadores, los fabricantes de equipo original y los proveedores de infraestructura, así como los clientes para garantizar que los despliegues se optimicen y se busque toda la eficiencia posible”, Scott Armul, vicepresidente global de potencia de CC y planta externa de la compañía.  

El informe reconoce que las mejoras en la eficiencia de la red y las mejores prácticas, aunque importantes, son solo una pieza del rompecabezas energético que supone el 5G. Estos esfuerzos deben ir acompañados de un enfoque más integral y social para frenar el uso de la energía y las emisiones, que aproveche las capacidades de 5G de manera que vayan mucho más allá del control del operador de telecomunicaciones.

En cuanto a la influencia en los comportamientos de los clientes para reducir el consumo de energía y las emisiones de carbono, el informe identificó tres industrias con potencial de mejora significativa mediante el uso de servicios 5G. Por un lado, el sector manufacturero podría obtener beneficios por valor de hasta 730.000 millones de dólares de aquí a 2030 mediante el uso del 5G para permitir el mantenimiento predictivo avanzado y la automatización. Por otro, el transporte y la logística podrían obtener hasta 280.000 millones de dólares en beneficios de cara a 2030 gracias a la asistencia avanzada a la conducción, la infraestructura de tráfico conectada y las entregas a domicilio automatizadas.

Y, en tercer lugar, el sanitario, sector al que 5G podría permitir al sector sanitario proporcionar un mejor acceso a los servicios sanitarios hasta a 1.000 millones de pacientes en 2030, reduciendo al mismo tiempo las emisiones gracias a una mayor utilización de los activos, a la reducción de los desplazamientos de pacientes y médicos, y a una mayor productividad de estos últimos.

“Influir en estos comportamientos es fundamental para que los operadores puedan mitigar el impacto medioambiental de 5G, pero hay que trabajar para crear las asociaciones necesarias”, señala este documento. En este sentido, solo el 37% de los encuestados afirmó percibir a los operadores como socios creíbles en la reducción de las emisiones de carbono hoy en día, mientras que el 56% afirmó creer que las telecos podrían ser socios creíbles en el futuro.