El mercado de ciberseguros ingresará 7.500 millones de dólares en 2020
- En cifras
El 61% de los directivos de todas las industrias ven a los ciberataques como una gran amenaza al crecimiento de su negocio, según un estudio de PwC.
El mercado global de ciberseguros pasará de los 5.000 millones de dólares en 2018 a los 7.500 millones en 2020. Un estudio de PwC desvela que el 61% de los responsables de negocio de todas las industrias ven a los ciberataques como una amenaza para el crecimiento de su compañía. En 2014, y según el informe, se produjeron 100.000 incidentes de seguridad al día.
En palabras de Paul Delbridge, socio de seguros e PWC, “teniendo en cuenta los altos costes de la cobertura, los límites impuestos y los ajustados términos y condiciones sobre las reclamaciones, muchos asegurados se preguntan si sus pólizas les aportan un valor real. También existe una posibilidad de que los términos y condiciones onerosas puedan invitar a los reguladores a adoptar medidas o a los asegurados a reclamar judicialmente a las aseguradoras”.
Las juntas directivas cada vez prestan más atención a la necesidad de salvaguardar su información contra los ciberataques. Esto hace que “las aseguradoras se encuentren con clientes que cuestionan sus políticas actuales. Si éstas se empeñan en continuar con sus modelos de negocio tendrán que asumir el riesgo de perder una oportunidad que les permite asegurar altos márgenes en un mercado aún inconsistente”. Paul Delbridge explica que si este sector “retrasa la innovación” existe “un riesgo real” de que aparezca otros jugadores “que acaparen el mercado con precios agresivos y condiciones más favorables”.
PwC anima al sector de las aseguradoras a adoptar una serie de medidas como proteger sus sistemas contra ataques con el fin de incrementar su credibilidad sobre la gestión de las ciberamenazas, identificar los puntos de exposición y los riesgos sistemáticos a los que se enfrenta “una economía cada vez más interconectada”, o a implantar un plan en el que se evalúen las pérdidas máximas posibles, los nuevos escenarios o las tendencias “y a modificar estos factores a medida que se producen nuevos ataques”.
Asimismo, también recomienda que se unan a empresas de tecnología y agencias de inteligencia “para llevar a cabo una evaluación integral y efectiva del riesgo, la detección y el proceso de fijación de precios” además de compartir información o poner en marcha una serie de ejercicios que imiten los ataques. Con esto se lograría resaltar las debilidades y planificar las respuestas.
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