La biometría llega a la banca
- Estrategias digitales
Distintas empresas del sector empiezan a introducir elementos biométricos en el pago móvil, tarjetas inteligentes y cajeros automáticos para mejorar la seguridad.
El mercado de la biometría continúa avanzando. En esta ocasión, la consultora ABI Research observa cómo se está produciendo un desplazamiento de su uso en la electrónica de consumo hacia las nuevas tecnologías bancarias, cuyos destinatarios principales son los “millennials”. Los investigadores de la empresa confirman que, gracias a las nuevas startups y a las compañías relacionadas con las tarjetas de pago, se están empezando a integrar elementos biométricos en los servicios móviles de pago, las tarjetas inteligentes y los cajeros automáticos para mejorar la seguridad de la banca y la autenticación a través de factores de forma innovadores.
Además, este cambio, a juicio de Dimitrios Pavlakis, analista de ABI Research, “se está produciendo más rápido de lo previsto inicialmente, con unos ingresos globales de la tecnología biométrica en la banca de 4.000 millones de dólares para 2021”, asegura. Y es que, según desvela Pavlakis, sólo América del Norte engloba casi 8.000 millones de dólares en fraude de tarjetas de pago, “una estadística que sugiere la necesidad de una mayor seguridad en las transacciones”, afirma.
Estas nuevas aplicaciones biométricas de banca se dirigen específicamente a la “Generación del Milenio”, puesto que esta tecnología tiene un gran volumen de adopción entre muchos de sus integrantes. De hecho, la facilidad en la operación, una mayor seguridad y una mejor experiencia de usuario son las características principales que atraen a los clientes a la banca biométrica.
En este sentido, ABI Research confirma que Mastercard ya ha integrado la biometría facial en su oferta que permite a los usuarios pagar usando “selfies”, mientras que los bancos de todo el mundo están adoptando las huellas dactilares, la voz y el reconocimiento facial para la banca personal. Y es no sólo ellos; Fujitsu y Hitachi siguen perfeccionando su tecnología para desarrollar una solución de reconocimiento de venas intuitivo para aplicaciones ATM. Y lo mismo está sucediendo con los startups, según la consultora. Por ejemplo, Atom Bank está poniendo a prueba los límites de los servicios móviles a través de su enfoque de banca sólo online impulsada con datos biométricos. Y Diebold y Eyelock se han asociado recientemente para ofrecer un cajero automático con reconocimiento del iris que aprovecha la tecnología NFC y QR a través de los teléfonos inteligentes de los usuarios.
Sin embargo, no todo son ventajas en estas tecnologías, tal y como apunta ABI Research. Todos los actores que participen en este mercado tendrán que tener en cuenta los problemas de interoperabilidad y seguridad de los datos, así como aprovechar y mejorar sus infraestructuras existentes. En palabras de Pavlakis, “los defectos de seguridad son siempre una preocupación, y más aún cuando los datos biométricos de los clientes está involucrados. Los bancos y los proveedores de servicios bancarios tendrán que asegurar a sus clientes que sus datos están siendo almacenados y administrados de manera eficiente”, concluye el analista.
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