El 88% de los directivos creen que la falta de presupuesto frena la transformación digital

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Un 88% de los directivos consultados por ICEMD para la realización del estudio "Una transformación digital incompleta" cree que el presupuesto destinado a la evolución hacia modelos digitales no es ambicioso y supone una barrera.

Los presupuestos insuficientes están lastrando la transformación digital de la empresa española, según un 88% de los directivos que han participado en este estudio. En su opinión, “si la transformación digital se considera algo estratégico, del que puede depender el futuro de la empresa, hará falta un presupuesto ambicioso”. Sin embargo, solo el 9% de los casos confiesa estar en esta situación.

Ésta es la principal barrera que identifican, pero hay otras dos que están mermando la capacidad transformadora: una cultura de silos funcionales y la indefinición de roles en el proceso de transformación.

El título de este informe de ICEMD “Una transformación digital incompleta” es ya de por sí revelador e ilustra otra de sus principales conclusiones: las empresas españolas no están aprovechando las oportunidades de los procesos de digitalización. “Están lejos de entender que la transformación digital es sobre todo una oportunidad de disrupción, quedándose en la superficie de las posibilidades que ofrece la convergencia de las tecnologías digitales para innovar”, explica Joost van Nispen, CEO y fundador de ICEMD.

Según sus autores, está generando mucho ruido y tensiones en las organizaciones. Se están generando debates sobre cómo se ha de llevar a cabo, quién ha de liderarla y cuáles son los roles de los directivos. “Hay una notable confusión sobre este término entre los directivos de empresa, e incluso hay propuestas que lo demonizan, o lo consideran un sinónimo de cambio tecnológico, o una mera tendencia”, sostienen.

Las empresas españolas identifican la oportunidad del impacto positivo a corto plazo que proporcionan las tecnologías digitales, pero están lejos de entender su potencial disruptivo. Muchos directivos consideran que es simplemente una revolución tecnológica y que su importancia radica en el impacto en la productividad, las reducciones de costes y los nuevos productos que pueden crearse basados en los mismos. “Este concepto, bastante extendido, resulta minimalista y aunque tiene un impacto positivo en el negocio, resulta limitado, cortoplacista y se refleja en los objetivos que las empresas persiguen con la transformación digital”, advierte el estudio.

Enfoques cortoplacistas

 

Ayúdanos a conocer cuáles son las tendencias tecnológicas que se impondrán en la empresa el próximo año y más allá, y cómo se está construyendo el futuro digital.

Este enfoque funcional de la transformación digital representa una primera fase práctica, donde se buscan resultados inmediatos y donde los responsables funcionales se sienten atraídos por las promesas de mayores ventas y productividad. Cada área es capaz de acotar bien los beneficios esperados, los recursos necesarios y el riesgo: sin necesidad de contar con la colaboración de otras áreas (lo que siempre es más complicado y hace el proceso más lento), sin colaboración del equipo de TI.

 

Sin embargo, los beneficios a corto plazo para las áreas funcionales crearán desventajas a largo plazo: los costes ocultos de la posterior integración y la alta tasa de proyectos fallidos.

Objetivos de la transformación
Según los  propios directivos, con la transformación digital, las empresas quieren incrementar ventas con una mayor y mejor presencia en canales digitales, reaccionar lo más rápidamente ante las nuevas demandas de los clientes, fidelizarles mediante la mejora de la experiencia de usuario, adelantarse o defenderse de una disrupción en el sector, reinventarse y crear nuevos canales de venta. A partir de este análisis ha sido posible concluir que el cliente está presente en tres de los motivos más mencionados: reaccionar rápidamente a la demanda, aumentar ventas y fidelizar a los clientes.

Lo que más les preocupa es la velocidad de reacción al cambio: no solo es el motivo más citado (82%), sino el más valorado como crítico para la empresa (un 42% de menciones, casi el doble que el resto de las menciones que han sido valoradas como crítico). Estos datos parecen reflejar una clara conciencia de que el ritmo de cambio de los consumidores es un reto para la empresa, que debe reducir sus ciclos de innovación y acelerar el ritmo de lanzamiento de nuevos productos.

“Una transformación digital incompleta” ha sido realizado por los profesores de ICEMD Michael de José Belzunce y David Aguirre, junto a la colaboración de CIONET, itSMF y Penteo. Parte de una encuesta detallada a 70 directivos, de grandes empresas españolas con una facturación anual superior a 74.000 millones y con más de 240.000 empleados.