El nivel de transformación digital del sistema de salud español es bajo, según un estudio

  • Estrategias digitales

El sistema sanitario español presenta un "índice bajo" de transformación digital, según un análisis que acaba de ver la luz y que se llevó a cabo con anterioridad a que se desatase el brote del coronavirus. Se detecta que hay poco desarrollo de los servicios digitales, la necesidad de integrar distintas plataformas para sacar valor a los datos y diferencias en el grado de madurez de las distintas autonomías.

 

Recomendados: 

WEBINAR >> Vídeo colaboración y reuniones virtuales para una comunicación efectiva Registro 

WEBINAR >> Automatización Inteligente de Procesos para asegurar la continuidad del negocio Registro

El análisis de los sistemas de salud de los 17 ejecutivos regionales se realizó antes de la actual crisis sanitaria, y en ese momento se detectó un “índice bajo” de transformación digital. Ésta es la principal conclusión de un análisis realizado por la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) con la colaboración de la Fundación Cotec para la innovación, cuyo objetivo era conocer el grado de implantación de la salud digital en España.

El trabajo, que se ha llevado a cabo con la participación de los responsables de IT de los Servicios de Salud de las 17 Comunidades Autónomas, se centra en cuatro ámbitos: servicios digitales para pacientes y para profesionales, infraestructura IT de salud digital y sistemas analíticos.

El estudio concluye que es necesario replantear un modelo de incorporación de nuevas tecnologías a los procesos asistenciales, es decir, “es preciso dejar de gestionar las TIC como un fin en sí mismo y considerar que las herramientas digitales deben estar al servicio de ciudadanos, profesionales y gestores. La experiencia del usuario ha de orientarse a conseguir humanizar la tecnología, permitiendo a los profesionales dedicar más tiempo y de mayor calidad en la atención al paciente”, subraya.

A pesar del actual desarrollo de las plataformas de colaboración y la adopción de redes sociales, hay que dar pasos firmes en el despliegue de este tipo de herramientas en los servicios de salud que permita una mayor y mejor interacción no presencial entre profesionales y pacientes. Además, existe una gran barrera en la transformación digital motivada por el gran número de aplicaciones específicas y departamentales, de carácter monolítico y estructurado en silos de información.

Aunque los datos han pasado a ser el componente fundamental para el desarrollo de soluciones de salud digital, estos todavía residen en un alto número de bases de datos y plataformas distintas no siempre bien integradas. En este punto, el documento destaca que “la incorporación de soluciones analíticas a todos los niveles representa una de las asignaturas pendientes para los Servicios de Salud y, aprovechando el enorme potencial de la inteligencia artificial, mejorar y desarrollar tanto sistemas descriptivos como predictivos y prescriptivos. Además, es necesario profundizar y trabajar en la transformación de un mayor número de servicios digitales, que permitan desarrollar nuevos modelos de prestación de la asistencia sanitaria, especialmente orientada a la gestión de la cronicidad y el envejecimiento activo y saludable de la población”.

A modo de resumen, la secretaria general de Fenin, Margarita Alfonsel, señala que, si bien el índice global obtenido es bajo, en algunos servicios el nivel es alto, como es el caso de la gestión de citas, el acceso a la historia clínica electrónica por parte de los profesionales o la prescripción electrónica. “Vemos necesario impulsar planes estratégicos de digitalización, que cuenten con partidas de financiación específicas, medir y evaluar de forma permanente con el objetivo de promover medidas que permitan alcanzar los objetivos estratégicos”, especifica.

Además, según el director general de Cotec, Jorge Barrero, se percibe una alta variabilidad en la madurez y el grado de adopción de servicios y tecnologías digitales detectado entre las diferentes comunidades autónomas. “Tanto los ciudadanos como los profesionales disponen de servicios digitales en salud diferentes en función de dónde residen, ni la disponibilidad ni el grado de desarrollo tecnológico son lo bastante homogéneos”, precisa.