La tecnología en el futuro de los servicios sanitarios: vectores en los que trabajar

  • Estrategias digitales

La pandemia ha hecho que la tecnología emerja con fuerza como clave para evolucionar los servicios sanitarios y esto supondrá, sin duda, un impulso para la digitalización en los sistemas de salud. Un estudio de Minsait analiza las áreas en las que avanzar para lograr la madurez digital en este sector.

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La pandemia ha supuesto un gran reto para todos los sectores y especialmente para el sanitario, que ha sido y es la primera línea de defensa. Y, como en el resto, se han evidenciado una serie de carencias que, en muchos casos, se han podido subsanar mediante soluciones tecnológicas y puede ser el camino para avanzar en un modelo más eficiente de los servicios de salud.

Un estudio de la filial de Indra, Minsait, titulado “El impacto de las tecnologías en salud en tiempos de pandemia”, defiende que tecnología y digitalización son esenciales para desarrollar al máximo beneficios tangibles para los sistemas de salud nacionales o regionales y a los pacientes, como la generación más rápida (incluso precoz) de diagnóstico, la atención de manera remota o la gestión del seguimiento a distancia de pacientes en tratamiento o en cuarentena, lo que facilita, además, evitar el desplazamiento de personas, contribuyendo a descongestionar los sistemas de salud.

No obstante, “la madurez digital supone todavía una carrera de fondo”, señala el estudio, por lo que será necesario trabajar en los siguientes vectores:

•    Los sistemas de información en Salud Pública, para mejorar el intercambio de información entre estos y otros sistemas información, unido a una tendencia hacia la unificación y cohesión de estos, que permitirán ofrecer una visión global orientada al paciente.
•    La interoperabilidad, que facilite la integración de los datos generados por numerosas aplicaciones como servicios de teleconsulta, historiales clínicos o wearables. Lo que generará el grado de conocimiento necesario para facilitar la toma de decisiones ajustadas a cada paciente y mejorar la atención prestada y su calidad de vida.
•    La aplicación de la inteligencia artificial y big data para potenciar una medicina más precisa y personalizada en ámbitos como el diagnóstico avanzado, genómica, prevención y diagnóstico de enfermedades o ayuda virtual a pacientes (a través de chatbots).
•    Una atención digital y a distancia que abrirá las puertas a un futuro de soluciones digitales a distancia y personalizadas que permitan el diagnóstico, seguimiento y tratamiento de pacientes y faciliten la continuidad asistencial, complementando la cartera de servicios actuales.
•    La participación del ciudadano en su salud y su implicación en el diseño de planes, aprovechando el potencial que ofrecen las nuevas tecnologías de salud (apps, dispositivos de monitorización, herramientas de inteligencia artificial, soluciones telemáticas de comunicación médico-paciente o consulta de historial clínico desde cualquier lugar).
•    Un modelo de historia socio-sanitaria única que supone un impulso de la coordinación, tanto en el ámbito de recursos como de sistemas. Lo que asegura la salud y el bienestar de los colectivos más vulnerables, facilita la detección precoz de situaciones de riesgo para actuar de forma anticipada con indicadores comunes y posibilita el desarrollo e implementación de servicios de atención domiciliaria y asistencia a distancia.