Los desarrolladores de software encabezan la lista de puestos más expuestos a la automatización

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La IA no eliminará puestos completos, pero sí que automatizará tareas específicas, elevando la necesidad de perfiles más estratégicos y especializados. Ante esta transformación, las empresas deben priorizar la recapacitación continua para proteger el valor estratégico de sus equipos.

La inteligencia artificial (IA) está redefiniendo el panorama laboral a gran velocidad, provocando que determinados roles pierdan relevancia mientras otros adquieren un papel protagonista. En su estudio “El Futuro del Trabajo: Cómo la IA está impactando la fuerza laboral”, Hays clasifica los roles del sector según su nivel de exposición a la automatización (en una escala del 0 al 100), destacando el desarrollo de software y la ciberseguridad como los campos con mayor transformación. Esto obliga a empresas y profesionales a adoptar planes de capacitación adaptados a las nuevas demandas del mercado.

“El año 2025 marcará el paso de iniciativas puntuales a soluciones tecnológicas integradas que transformarán profundamente la forma de trabajar”, afirma James Milligan, director global de Tecnology Solutions en Hays. “La mayoría de las empresas tardarán entre cinco y diez años en aplicar plenamente estos cambios. Por eso, los próximos 12 meses serán decisivos para sentar las bases que garanticen su éxito”, añade.

Uno de los hallazgos más destacados del informe es que los desarrolladores de software son los más expuestos a la automatización, con un impacto estimado de 57 sobre 100. Les siguen los profesionales de ciberseguridad (impacto de 46), roles en la nube o cloud (43), perfiles de datos (38) y especialistas en CRM/ERP (35). Por el contrario, los puestos de infraestructura aparecen entre los menos afectados, con una puntuación de 27, aunque su demanda ha descendido por razones económicas más que por automatización.

El informe aclara que la IA no eliminará puestos completos, pero sí que automatizará tareas específicas, elevando la necesidad de perfiles más estratégicos y especializados. Esto exigirá que las empresas impulsen la formación continua de sus equipos, adaptando los roles al nuevo contexto tecnológico.  

 

Transformación progresiva, no ruptura

El estudio destaca que la transformación será progresiva. Por ejemplo, aunque los desarrolladores de software siguen liderando en demanda, en 2024 ya se observó un leve descenso en sus contrataciones, tendencia que se intensificará en 2025. De forma similar, los perfiles de infraestructura están viéndose desplazados por recortes presupuestarios y presiones económicas.

En contraste, los Project Managers se consolidaron como el perfil más buscado en 2024 por su rol en la implementación de iniciativas de IA. También crecieron los perfiles de ERP y CRM, más estables frente a la volatilidad de otras áreas. La combinación de talento interno con ejecución subcontratada en ciertos mercados muestra la importancia de establecer asociaciones sólidas a largo plazo.

“Las organizaciones deben adaptarse a la creación y reducción acelerada de empleos que provocan las nuevas tecnologías. Definir las habilidades necesarias en cada fase de la transformación es clave. En muchos casos, una combinación de empleados permanentes y especialistas contratados será la fórmula más efectiva”, apunta el directivo.

Para 2025, Hays prevé que aumente la demanda de profesionales en proyectos, cambio organizacional y análisis de datos. Con presupuestos ajustados, las empresas dependerán más que nunca de datos precisos para tomar decisiones estratégicas, y buscarán expertos capaces de interpretar la información generada por la IA.

Aunque la IA generativa es un agente transformador, no se espera una sustitución inmediata de los puestos existentes, sino una evolución de sus funciones. Para maximizar el impacto positivo, es clave integrar de forma conjunta la inteligencia humana y la inteligencia artificial. “Simplemente, reemplazar roles con IA para ahorrar costes puede perjudicar el rendimiento a largo plazo. En cambio, las empresas deben recapacitar a su talento en puestos en riesgo y fomentar la movilidad interna”, concluye Milligan.