El impulso de la tecnología 5G será gracias a una infraestructura optimizada en el edge

  • Opinión

javier gomez, equinix

Está claro que el 5G representa un importante paso en la historia de la tecnología y de la interconexión. Durante este año seremos testigos de un impulso continuo dentro de las implementaciones del edge-first y de la ola de innovaciones tecnológicas dentro de la infraestructura para abordar la gran complejidad de escalar y hacer funcionar confiablemente la infraestructura distribuida en edge.

2021 será el año en el que las empresas tendrán presente la tecnología 5G dentro de su planificación estratégica de tecnología, para la que se requiere una infraestructura física que se extienda de forma óptima en el edge. De esta manera, podrán disfrutar de las funciones centrales en los data centers adyacentes a la nube y altamente interconectados para poder beneficiarse de esta poderosa nueva tecnología. La infraestructura digital operada por data center forma un poderoso modelo arquitectónico que ofrece una gran cantidad de datos y recursos informáticos que ofrecen las latencias más bajas que pueden conseguirse.

Así, el 5G —como tecnología de red de acceso— ofrecerá una cobertura mucho más grande, con mayor fiabilidad, más ancho de banda y con una óptima seguridad. La experiencia siempre estará activa y será una tecnología dotada con mejoras significativas en la capacidad y el rendimiento —como la velocidad de datos (100 veces más rápida) o la latencia de red (mucho más baja, hasta 1 milisegundo)—, además de alta densidad del número de dispositivos que pueden trabajar con ella. Todo esto se traduce en nuevas oportunidades y posibilidades para las áreas de la robótica, los drones, los vehículos autónomos o la medicina, entre una infinidad de sectores.

Hacer de todo esto una realidad para que el 5G funcione de la mejor manera posible no es una tarea fácil: para lograrlo, hay que impulsar la creación de un ecosistema digital de productores y consumidores y la optimización de la infraestructura necesaria, incluido el espectro, la red de acceso por radio, el hardware, la interconexión de los data centers edge y las redes de transporte.

Como ejemplo, en estos momentos en torno al 80% de los estadounidenses que viven en áreas urbanas pueden conectarse a los data centers de Equinix en un tiempo de ida y vuelta de 10 milisegundos. Estos data centers se encuentras interconectados en clouds públicas con proveedores de red, proveedores de contenido y con el entorno empresarial, constituyendo un entorno para que el tráfico de 5G se dé de forma local y directa. Las aplicaciones que se han diseñado para funcionar en 5G deberán interconectarse a recursos que necesitan Internet, clouds públicas y/o privadas y cargas de trabajo de computación en el edge. Esta nueva forma de conectarnos abrirá nuevos modelos comerciales y nuevos tipos de uso de los datos, para lo que será necesario crear y administrar esa interconexión y que la latencia, el rendimiento o la seguridad permanezcan inquebrantables. Estos tipos de uso avanzados de la tecnología 5G precisarán de un cambio fundamental en esta infraestructura antes de que pueda plantearse su escalabilidad.

Hacer de la tecnología 5G una realidad comienza con aprovechar la experiencia, el conocimiento y las capacidades de la infraestructura existente a la vez que se analizan, identifican y planifican los usos futuros que pueden beneficiarse de la expansión potencial de las implementaciones que tendrán lugar en esta infraestructura física. Para poder avanzar con el 5G, los data centers y la infraestructura deben ser modernos, flexibles, escalables, interconectados, neutrales y capaces de albergar y conectar a la totalidad de actores que pueden beneficiarse de conexiones directas, seguras y ultrarrápidas.

Javier Gómez, Sales Director de Equinix en España