Transformación hacia el universo DevOps

  • Opinión

carolina mulero wk

El término DevOps se define como la metodología que permite desplegar software más rápidamente, con mayor calidad y menor coste, lo que ofrece la posibilidad de entregar continuamente valor al cliente. Permite también romper las barreras y encontrar sinergias entre los equipos de desarrollo y administradores de sistemas.

Este camino optimiza e incrementa el rendimiento de un proyecto en un contexto en el que los cambios se producen a un ritmo más vertiginoso que los propios desarrollos. Es por ello que uno de los factores más importantes de este proceso es la automatización. En este sentido, se contemplan procesos como el aprovisionamiento de clientes e infraestructura, la escalabilidad, el testing (unitario, funcional y de rendimiento) y el despliegue de software en producción, entre otros. Todos ellos se pueden realizar de manera rápida evitando errores humanos.

Sin automatización no hay posibilidad de implementar DevOps. Esto, en muchas ocasiones, nos obliga a cambiar componentes del desarrollo e incluso a refactorizar la arquitectura de la aplicación en el momento en el que mantenerlo como está es demasiado costoso o incluso insostenible. Estos cambios pueden ayudarnos a simplificar el proceso y entregar software de manera continua.

Otro factor primordial de esta metodología es la monitorización tanto a nivel de infraestructura como de los procesos extremo a extremo que ejecutan nuestros clientes con el fin de ser proactivos ante la detección de incidencias y la obtención de métricas de consumo que permitan detectar patrones de uso, fechas críticas y puntos débiles y fuertes de nuestras aplicaciones. Como dijo Peter Drucker, “lo que no se puede medir no se puede mejorar”.

Entrega de valor a los clientes

En Wolters Kluwer vimos ya hace tiempo la necesidad de adentrarnos en el universo DevOps con el objetivo de beneficiarnos de todas estas ventajas y, en especial, para ganar agilidad en la entrega de valor a nuestros clientes.

No hay un proceso único definido para implementar DevOps, sino que el camino a seguir y la velocidad dependen mucho de cada compañía. No obstante, se recomienda empezar por un equipo pequeño y extenderlo al resto de manera incremental en función de la madurez, técnica y cultural, de los equipos.

En Wolters Kluwer empezamos definiendo nuestros objetivos para acabar dibujando cómo iba a ser nuestro viaje. Posteriormente, identificamos qué recursos necesitábamos para la transición a nivel de capacitación de los equipos y herramientas para afrontar los primeros cambios. Es importante identificar líderes que hagan que la transformación se lleve a cabo de manera ágil e impulsen el cambio de manera natural.

Después de este proceso, desde el punto de vista de nuestros clientes, hemos optimizado el despliegue en producción de nuestras soluciones cloud disminuyendo los tiempos de indisponibilidad, aumentando la fiabilidad y la frecuencia de entregas, orientándonos a la entrega continua. A nivel interno, hemos generado alianzas y sinergias entre los equipos de desarrollo y operaciones encaminándonos hacia un trabajo colaborativo. Hemos dejado atrás los miedos y las dudas y hemos descubierto que equivocarse es sinónimo de aprender.

Carolina Mulero, Infrastructure & Cloud Application Management Manager en Wolters Kluwer Tax & Accounting España