IA generativa y ChatGPT: ¿una amenaza para los creadores de contenido o una oportunidad de crear valor?

  • Opinión

Gerardo Raído, Chief Digital Officer de Deyde DataCentric

La exposición y acceso de los consumidores a los continuos avances tecnológicos hace que tanto su forma de comprar como las estrategias de mercado que la industria les ofrecen estén en continua transformación. Por ejemplo, una tendencia generalizada es el uso de buscadores para encontrar información, aportar seguridad o comparar características y precios de productos de interés para tomar las mejores decisiones de compra. Según un estudio de Google, más de un 80% de las personas investigan en Internet antes de comprar, haciéndolo la mayoría desde sus dispositivos móviles.

Acorde a este comportamiento generalizado, las marcas y los anunciantes empezaron a generar contenidos para informar, responder a las principales preguntas de los usuarios y ganar posicionamiento en Google. A partir de estos comportamientos nació el inbound marketing, la metodología comercial centrada en captar usuarios a través de la creación de contenido de valor y a medida.

Actualmente nos encontramos ante una nueva revolución tecnológica que cuenta con aplicaciones infinitas y cada vez más visibles y usables. Hablamos del ChatGPT. Y efectivamente, tanto la manera en la que buscamos información en Internet como la forma en la que hacemos marketing de contenidos, está avocada a cambiar con la irrupción del ChatGPT. Los profesionales de la publicidad hemos sido de los primeros en aprovecharnos del poder de este potente chatbot para generar contenidos para anuncios o variantes para titulares de Facebook ads.

Parece no faltar demasiado para que la IA generativa se posicione como un gran competidor de Google a la hora de dar respuesta a las constantes dudas de los usuarios. Y es que ChatGPT ya resuelve todo tipo de cuestiones cotidianas y profesionales, lo que nos hace pensar que no esté nada lejos de ser un referente para los consumidores en términos de decisiones de compra.

Cada día las aplicaciones y beneficios del ChatGPT son más populares, lo cual hace que su IA esté además cada vez más entrenada y por lo tanto sus respuestas sean más refinadas. Las soluciones de IA generativa enfocadas a crear textos y copys para redes sociales y publicidad es constante, lo que hace que cada vez se debata más sobre si este tipo de herramientas como son Perplexity o Bard, podrían suponer la muerte profesional de miles de periodistas.

Medios como The Guardian ya dan su opinión sobre el impacto que la IA generativa tendrá sobre los creadores de contenido. Un periodista del medio afirmó que estaba seguro de que la IA generativa lo mandaría al paro, tras comprobar como ChatGPT podía generar en segundos y gratis un artículo del mismo nivel que él hubiera creado en horas y por lo que cobra más de 500 €. La IA generativa es sin duda una tecnología potentísima y de infinita utilidad para la creación de contenido original, valor que las grandes empresas tecnológicas ya han detectado y están apoyando, fomentando el rapidísimo desarrollo y difusión de esta. Por ejemplo, Microsoft ya está trabajando en integrar ChatGPT en sus productos de Office y Google está cada día más cerca de lanzar oficialmente lo que pretende que sea la competencia de ChatGPT, BARD.

En mi opinión, al igual que el traductor de Google no acabó con los traductores jurados, ChatGPT tampoco eliminará a los mejores creativos, pero probablemente sí a los mediocres. Una buena analogía es cómo las calculadoras no supusieron el fin de los matemáticos y hoy por hoy es una de las carreras con más salidas profesionales. Y es que toda amenaza viene acompañada de nuevas oportunidades, ocasiones que hay que saber aprovechar.

Ya lo decía Picasso: “los ordenadores son estúpidos, sólo saben responder preguntas”, pero las personas somos especialmente buenas identificando problemas y haciendo las preguntas más inteligentes. Por ello, debemos orquestar estas nuevas herramientas, completarlas y supervisar sus múltiples errores y sesgos. Como la calculadora o un traductor, nos pueden hacer el trabajo sucio o repetitivo generando variantes, redacciones o limpiando código, pero no conseguirán el valor agregado que puede ofrecer un buen profesional.

Gerardo Raído, Chief Digital Officer de Deyde DataCentric