Inteligencia artificial en los sectores verticales de actividad empresarial

  • Opinión

Inteligencia Artificial

El uso de la inteligencia artificial (IA) en sectores de actividad empresarial (los llamados “verticales”) es una realidad en 2024. Esencialmente, se trata de grandes empresas que pertenecen a los sectores que más contribuyen al Producto Interior Bruto (PIB) en España y en el mundo.

El despliegue de la inteligencia artificial en los sectores económicos y empresariales de actividad empezó con fuerza en la segunda mitad de 2023, según los datos de Advice Strategic Consultants, IDC y Gartner sobre la inversión empresarial en TIC y Tecnologías de la Digitalización. La proyección a futuro de esta tendencia nos dice que, in crescendo, la inversión empresarial en inteligencia artificial generativa (GenAI) llegará a suponer un 30% del gasto en IA de las empresas en 2030. Pongamos énfasis, por tanto, en el porcentaje mayor (“rule of thumb” en estadística): el 70% de la inversión de las grandes empresas entre 2024 y 2030 en IA, se hará en inteligencia artificial general (IAG).

El peso de la IAG en la inversión tecnológica de las grandes empresas es y será fuerte, porque su impacto y sus aplicaciones y beneficios será sustancialmente mayor a la del uso de la GenAI. Además, como destaca el experto en IA Kai-Fu Lee en “AI-2041”, la inteligencia artificial general podrá interactuar con otras tecnologías de mucho peso, como la Computación Cuántica (Quantum Computing) y la Ciberseguridad, entre otras. Hoy, el mercado empresarial, B2B, se encuentra en “fase piloto”, en este punto. Por ahora, se está experimentando, antes de lanzarse al despliegue de grandes proyectos. En esto, están de acuerdo los informes de 2024 de PWC, Accenture, Cap-Gemini, McKinsey y Advice Strategic Consultants.

Mientras tanto las empresas usan GenAI por su facilidad de uso y de implementación, porque los “dispositivos”, el hardware -sean ordenadores, servidores o Centros de Datos- y el software, están perfectamente preparados para integrar las funcionalidades de la inteligencia artificial generativa (GenAI). Y no solo en B2B. El mercado de consumo “se ha vuelto loco” con las versiones gratuitas y de pago de la GenAI, sea ChatGPT de Microsoft & Open AI o Google Gemini de Alphabet (Google DeepMind).

En la medida en que una parte muy importante de la población española utiliza un ordenador (tableta, portátil, Mac, smartphone…), sea para trabajar, para el ocio (entretenimiento, cine, videojuegos) o para uso en el hogar con finalidades de educación o “gestionar las finanzas familiares”, la familiaridad con que la GenAI se ha instalado en nuestra sociedad (España, Europa, Estados Unidos, Reino Unido -Occidente-, China, Japón, Arabia Saudí, Emiratos & UAE; Corea del Sur, Canadá y Australia) es espectacular.

Aunque no podemos citar estudios concretos en este punto, por cuestiones de confidencialidad (LOPD y GDPR, es decir protección de la privacidad de datos de nuestros clientes, grandes empresas), diremos, genéricamente, que la población general española se divide -en cuanto a las motivaciones del uso de la GenAI-, por uno de estos dos motivos: miedo a quedarse atrás u obsoleto/a (la gran mayoría); versus los beneficios percibidos y/o intuidos. Es tal el bombardeo de información -y desinformación- sobre la GenAI que, en España, el 90% de la población entre 15 y 85 años ha, al menos, oído hablar de ella.

Sabemos, por los estudios de Advice Strategic Consultants para el SEPE (antiguo INEM), en la última década que, “de media, el 78% de los que encuentran trabajo a través de los servicios públicos de empleo, tienen capacidades digitales básicas”. En el mercado de consumo, B2C, a la población general le basta con tener un dispositivo y, sea con los sistemas operativos Windows, iOS o Android, la utilización de Word, Excel y PowerPoint ( y sus primos hermanos de los otros sistemas operativos) con GenAI, está creciendo a ritmos exponenciales.

Esto significa varias cosas: primero, que todo el “hype” (publicidad, ruido, comunicación, promoción) en torno a la GenAI está siendo eficaz. Con razón, todo hizo de vecino usa el mismo ejemplo: ChatGPT fue la “tecnología” que más rápidamente alcanzó los 100 millones de usuarios, pasando por la izquierda la adopción de las redes sociales Instagram, Facebook, TikTok o las televisiones en streaming como Netflix, Amazon Prime Video o Disney+. De nuevo, unos/as, porque no quieren convertirse en obsoletos, quedándose atrás; y otros, porque quieren avanzar su carrera profesional, lo cierto es que el mercado de consumo se ha lanzado de lleno a usar GenAI. El beneficio más aparente es que “la GenAI trabaje para ti, haciendo tareas en una hora, cuando si tú las hicieras, te supondría 6 u 8 horas hacerlas”, dice una de los cientos de escuelas de formación en GenAI que han proliferado en Internet en todo el mundo, como en España las academias de inglés de barrio, en la década de los años ochenta del siglo pasado.

Que esas personas que usan GenAI para “pasar exámenes, realizar tesis doctorales, hacer presentaciones de negocio, escribir libros, blogs, posts en redes sociales como LinkedIn…”, no se van a convertir en más sabias e inteligentes, es la segunda gran consecuencia del uso de esta tecnología. Para los humanos, lo más fácil es optar por el plano inclinado hacia abajo, puesto que no supone esfuerzo. Por contraste, el plano inclinado hacia arriba, el que exige estudio y esfuerzo, es mucho más costoso y son minoría quienes optan por ese camino. Sin embargo, la historia económica de las cuatro revoluciones industriales tecnológicas de los últimos doscientos cincuenta años, nos dice que aquellos que “delegan” en la tecnología, la realización de tareas para las que antes ellos/as estaban cualificados, son los primeros en ser expulsados del mercado de trabajo. Obviamente, los que ni siquiera se toman la molestia de aprender esas nuevas tecnologías, se están condenando a sí mismos/as al ostracismo, primero, y a la “obliteración”, después. Es la consecuencia más fuerte del informe del FMI sobre el impacto de la inteligencia artificial en el mercado laboral. Presentado a finales de enero de 2024 por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el Foro de Davos del World Economic Forum, el titular no podía haber sido más expresivo y claro: “el 40% de la fuerza laboral perderá su puesto de trabajo consecuencia de la implantación de la IA”.

En tercer lugar, las grandes empresas, tanto las tecnológicas que proveen GenAI y los cientos de ecosistemas de firmas digitales que ofrecen soluciones, productos y servicios TIC con GenAI embebida, así como el cliente final empresarial, están observando al mercado B2C como “conejillos de indias o cobayas”, para cumplir con el famoso dicho popular: “los experimentos se hacen con gaseosa”. Las empresas tecnológicas digitales estudian cómo la GenAI y las tecnologías que la llevan embebida, aprenden del uso que le dan millones de consumidores/usuarios. La cantidad de datos (billones, trillones) acumulados para nutrir machine learning (base de la inteligencia artificial) y afinar la GenAI, es espectacular. No hace falta llevar a cabo focus group o encuestas cuantitativas sobre el uso de la inteligencia artificial generativa. En tiempo real, cientos de millones de personas que usan la GenAI están nutriendo de información vital a proveedores empresariales de tecnología y a las grandes empresas consumidoras de tecnología.

Lo cual nos lleva al uso que los sectores de actividad empresariales hacen de la inteligencia artificial. O, más bien, del uso que las empresas de diversos sectores de actividad económicos, hacen de la inteligencia artificial general y de la inteligencia artificial generativa. Vaya por delante decir que es imposible abarcar este campo de estudio práctico, en una tribuna. Es nuestra intención, la de Advice Strategic Consultants realizar un Informe exclusivo para la editorial IT Digital Media Group en que abarcar este menester con la mayor profundidad posible. Hemos acudido a más de 300 fuentes de información acreditadas, con credibilidad, prestigio y conocimiento. Algunas, son nuestras, de Advice Strategic Consultants (estudios, informes, libros, publicaciones). Otras son fuentes públicas de información de las que nadie se toma la molestia en consultar y menos aún, estudiar. Son fuentes de información actuales (último trimestre de 2023 y primer trimestre de 2024).

Banca, Servicios Financieros, Seguros; Retail, Distribución; Medios y Entretenimiento; Tecnologías de la Información y la Digitalización; Telecomunicaciones; Energía y Utilities; Sanidad y hospitales; Gobierno, Sector Público; Educación; Turismo y Restauración, Industria y Manufactura; Defensa… son algunos, entre otros, de los sectores de actividad que abarcaremos en este estudio exclusivo.

Miles de empresas de estos sectores ya usan inteligencia artificial generativa. Quieren mejorar la atención al cliente o consumidor; estudiar su comportamiento; predecir su intención de compra; hacer recomendaciones y ofertas personalizadas; desean ganar en productividad mediante la automatización de procesos; reducir costes laborales; en muchos casos, reducir la impredecibilidad de la demanda y, por tanto, mejorar la gestión del stock, el inventario, la gestión de la Logística y la Cadena de Suministro. Se busca la eficacia y la eficiencia. También la sostenibilidad de los procesos y de los negocios. Reducir el fraude, mejorar la seguridad…, en definitiva, como expusimos en nuestra última obra “Inteligencia Artificial y Éxito Empresarial” (Estudios Económicos y Políticos Internacionales. Cambridge University, noviembre de 2023), “la gran virtud de la inteligencia artificial es su capacidad predictiva para la mejor toma de decisiones. Todas las demás ventajas de la inteligencia artificial se resumen en la analítica predictiva”.

En próximas tribunas y en el Informe final, desgranaremos el uso que hacen las empresas de la inteligencia artificial, habiendo adaptado su despliegue a las características de su sector de actividad, sea Retail, Banca, Telecomunicaciones o Seguros. También, analizaremos la interacción de la inteligencia artificial con las otras tecnologías de la Digitalización, especialmente Ciberseguridad, Cloud, Software, Servicios de TI, Internet de las Cosas (IoT), infraestructuras digitales, redes y conectividad, Big Dada, Robótica, Blockchain; Web3, Metaverso, Computación tradicional, Centros de Datos, Semiconductores y, con especial interés, la Computación Cuántica.

Quantum Computing e Inteligencia Artificial juntos, en una década, nos harán ver asteroides, pero, para estar preparados, aquí se lo contaremos con anticipación.

Por Jorge Díaz Cardiel, socio director general de Advice Strategic Consultant