Las brechas de seguridad impactan negativamente en la confianza de los consumidores
- Seguridad
El 73% dejaría de comprar una determinada marca si descubriera que el robo de sus datos se debió a un fallo de seguridad, mientras que el 60% estaría dispuesto a tomar medidas legales si sus datos personales fueran sustraídos.
Los consumidores tienen una clara preocupación por la privacidad de sus datos personales. Así lo pone de manifiesto un estudio realizado para FireEye por la compañía de estudios de mercado tecnológico Vanson Bourne. Según éste, las brechas de seguridad que traen consigo sustracción de datos personales impactan negativamente en la confianza de los consumidores en las grandes marcas. De hecho, un tercio de los encuestados asegura tener una percepción más negativa sobre las organizaciones en general como resultado de las sustracciones de datos producidas en grandes compañías; y el 71% de ellos afirma que esto es debido a su preocupación sobre la capacidad de estas marcas para mantener los datos seguros. Por lo tanto, deduce el estudio, los ataques no sólo están afectando a las opiniones de los consumidores sobre las organizaciones involucradas, sino que el impacto es mucho más amplio.
Por otro lado, el informe revela que un 66% de los encuestados espera que, si se ha producido una fuga de información en una organización que dispone de sus datos, les sea comunicado inmediatamente; y el 91% desearía que se les hiciera saber en un plazo de 24 horas. Este dato contrasta con el Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea, que establece tres días para que las autoridades sean informadas de una violación de datos. Es más, los recientes casos de brechas de seguridad detectados también están causando que muchos consumidores tiendan a reducir la cantidad de datos personales que comparten con las organizaciones, pues un 70% de los encuestados indica que proporcionaría menos datos en este momento a la luz de los últimos incidentes ocurridos. Y el 60% de los consumidores estaría dispuesto a tomar medidas legales contra las organizaciones si sus datos personales fueran sustraídos y utilizados con fines delictivos como resultado de una violación de datos.
“Tras una sustracción de datos, las organizaciones a menudo intentan recuperar la confianza de los clientes a través de iniciativas tales como programas de supervisión gratuitos u otras compensaciones”, afirma Josh Goldfarb, CTO de FireEye. Sin embargo, continúa el directivo, “esta investigación concluye que, a pesar de esos esfuerzos, el coste producido por los ataques permanece durante mucho tiempo después del incidente”. Tanto es así que el 73% dejaría de comprar en una organización si descubriera que el robo de sus datos se debió a un fallo de seguridad. Incluso, el 48% estaría dispuesto a pagar más por un producto o servicio en una compañía que contara con mayores medidas de seguridad y protección de los datos.
“Como se concluye de estos resultados, los consumidores son cada vez más conscientes y están más dispuestos a proteger sus datos, no sólo mediante el intercambio de menos información personal, sino también dejando de utilizar los servicios de algunas compañías y sustituyéndolas por otras”, asegura Goldfarb. Por eso, según el directivo, “las marcas deben concienciarse de que la protección de datos es algo prioritario que los clientes esperan de una compañía y las inversiones en seguridad pueden suponer una ventaja competitiva en el mundo actual de crecientes ataques cibernéticos”, concluye.
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