Avanzan los proyectos europeos de ciberseguridad para los coches conectados y autónomos

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Dos proyectos europeos de I+D+i están trabajando en ciberseguridad para los coches autónomos y conectados y sus avances serán aplicables a autobuses, tranvías o trenes. En ellos trabajan más de 120 empresas y, una de ellas, la española Indra, nos habla de los objetivos y en qué se está trabajando.

Ésta es la situación: con la conectividad de los coches a Internet son posibles ataques externos que no existían hace diez años. La conectividad, el hardware y el software que capacitan a los vehículos conectados añaden nuevos requisitos de seguridad y privacidad que tienen implicaciones directas en la estructura interna de los vehículos y en la infraestructura, con más de 50 posibles puntos de ataque.

Y, además, Europa quiere tener un buen posicionamiento en este ámbito. No es de extrañar que, dada la relevancia del tema y el potencial económico del mercado, desde la Unión Europea se están destinando fondos a fortalecer la seguridad de los vehículos conectados y autónomos. Lo hace a través de los proyectos SECREDAS y SCOTT.

El primero, integrado por 69 entidades de 16 países europeos y con un presupuesto de 50 millones de euros del programa ECSEL, pretende crear una tecnología de referencia segura para sistemas automatizados, que cumpla también con el nuevo Reglamento de General de Protección de Datos (GDPR, en sus siglas inglesas). Aborda las tecnologías relacionadas con la ciberseguridad en los ámbitos del transporte, tanto ferroviario como automoción, y salud.

En el sector de automoción, el proyecto aborda el desarrollo de herramientas y mecanismos para preservar la privacidad y garantizar la seguridad de los datos y de los propios sistemas automatizados en todas las capas de comunicación de los coches conectados y su ecosistema. Precisamente, Indra va a desplegar en la iniciciatva, en colaboración con varios fabricantes de vehículos, nuevos servicios para coches conectados, basados en tecnologías de intercambio de información y comunicaciones seguras, cloud computing y procesamiento inteligente distribuido, teniendo en cuenta los mayores niveles de seguridad.

Ayúdanos a conocer cuáles son las tendencias tecnológicas que se impondrán en la empresa el próximo año y más allá, y cómo se está construyendo el futuro digital.

Por otro lado, el proyecto SCOTT cuenta con 57 socios de doce países y está cofinanciado por el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital y la Comisión Europea. En éste, la compañía está desarrollando una plataforma intermodal en la nube, que permitirá enviar de forma segura a los vehículos información en tiempo real como los límites de velocidad u otras señales, recomendaciones o alertas e, incluso, información de otros medios de transporte.

Además de hacer posible el despliegue de estos servicios de valor añadido, Indra trabaja en el proyecto SCOTT en el desarrollo de nuevas soluciones y productos basados en tecnologías de comunicación inalámbrica segura, confiable e interoperable. Todo ello en un entorno de ciberseguridad mediante el que se pretende aumentar la confianza en las comunicaciones inalámbricas de los vehículos conectados.

Mediante la seguridad incorporada en el intercambio de información con otros medios de transporte, el proyecto hará posible notificar de forma confiable a los vehículos conectados y autónomos diferentes alertas, por ejemplo, la llegada de un tren en un cruce, mejorando la eficiencia en el transporte y la seguridad del viajero. Esta interoperabilidad es especialmente importante en las ciudades, donde coexisten una gran cantidad de medios de transporte distintos con la capacidad de proporcionar información útil y donde uno de los principales retos es integrar los vehículos convencionales, vehículos conectados, coches autónomos y el resto de medios de transporte para mejorar la movilidad urbana y la seguridad de los desplazamientos.