GMV renueva el máximo nivel de madurez CMMI de acuerdo a la versión Development 2.0

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La empresa GMV ha renovado el nivel de madurez 5 de acuerdo a CMMI (Capability Maturity Model Integration), el modelo de mejora de la capacidad de los procesos más usado en el mundo. Es la primera empresa europea que lo hace de acuerdo a la nueva versión del modelo CMMI lanzada a mediados de 2018, la versión Development 2.0.

La compañía española se ha convertido en la primera empresa europea que renueva el nivel 5 de madurez CMMI de acuerdo a la nueva versión del modelo CMMI lanzada a mediados de 2018, la versión Development 2.0.

El Sistema de Gestión de Calidad de la sectorial de Sistemas Inteligentes de Transporte de GMV ha sido evaluado con éxito según el nivel 5 de CMMI, que es el modelo de mejora de la capacidad de los procesoso más usado en el mundo, propiedad de CMMI Institute.

En las renovaciones de 2010, 2013 y 2016 la evolución incluía el Sistema de Gestión de Calidad de GMV Aerospace and Defence, la filial de Estados Unidos y su extensión a las actividades de GMV en Portugal y Polonia en los sectores Espacial, Defensa y Seguridad. En esta ocasión la evaluación se ha hecho extensiva al Sistema de Gestión de Calidad de la filial GMV Sistemas, que incluye todas las actividades de la compañía en el sector de Sistemas Inteligentes de Transporte y Automoción.

Para GMV, se trata de “un nuevo hito”, ya que convierte en la primera empresa europea que renueva el nivel 5 de madurez de acuerdo a la versión Development 2.0 del nuevo modelo CMMI, que fue lanzada a mediados de 2018 y que refleja las necesidades cambiantes del negocio.

Con esta renovación, según explica, se consiguen una serie de beneficios, tanto para GMV como para sus clientes, entre los que destacan el mejor alineamiento de los procesos de desarrollo con los objetivos, la estrategia de negocio y las necesidades de los clientes, la obtención de resultados más predecibles en los proyectos, y la consecución de mejoras en el desempeño de los proyectos en lo que respecta al esfuerzo, coste, calendario y aspectos técnicos. Además, “incrementa la eficacia en la detección de errores durante el proceso de desarrollo y consecuentemente reduce el número de defectos en los productos entregados al cliente”, añade en un comunicado.