Así ayudará la inteligencia artificial a cumplir las regulaciones de privacidad

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El 40% de la tecnología empleada para cumplir con las normativas de privacidad y protección de datos, como puede ser GDPR, dependerá de la inteligencia artificial en solo tres años, frente al 5% actual. Es un pronóstico de Gartner.

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Los expertos de Gartner sostienen que más del 40% de la tecnología que ayuda a cumplir con las regulaciones de privacidad dependerá de la inteligencia artificial en 2023, en comparación con el 5% actual.  

Normativas, como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR, en sus siglas inglesas) de la UE,  han proporcionado argumentos convincentes sobre la relevancia de proteger el derecho a la privacidad y han servido para inspirar a otras regiones y países del mundo, según la firma de análisis.

Como resultado, según Bart Willemsen, su vicepresidente de investigación, hay muchas otras jurisdicciones o territorios que están trabajando en la modernización de sus leyes de protección de la información personal y mantienen la línea de GDPR.

En la situación actual, los responsables de la privacidad y la protección de datos tienen la presión de garantizar que todos los datos procesados están bajo control, lo que resulta difícil y caro de gestionar sin la ayuda de la tecnología. Y es ahí, según Gartner, donde las aplicaciones que incorporan inteligencia artificial pueden reducir las cargas administrativas y los trabajos manuales.

La capacidad de responder con celeridad a las peticiones que realizan los ciudadanos en relación a sus derechos (denominados SRRs, en su acrónimo inglés) es una parte fundamental de la experiencia que se les ofrece a los usuarios. Hoy por hoy, según un estudio sobre seguridad y riesgos de Gartner, muchas empresas no son capaces de dar respuestas rápidas y precisas a las peticiones SRR que reciben, ya que dos tercios de los participantes en su encuesta reconocieron que tardan dos semanas o más en responder a ellas, y estos flujos de trabajo cuestan dinero.

Las herramientas basadas en inteligencia artificial permiten abordar grandes cantidades de SRRs, lo que ahorra tiempo y dinero a las compañías, pero además ayudan a recuperar la confianza del cliente.

La firma estima que la necesidad de mejorar el cumplimiento normativo en el campo de la privacidad va a llevar el gasto de las organizaciones en estas herramientas hasta los 8.000 millones de dólares, ya que “la era posterior a GDPR exige una amplia gama de capacidades tecnológicas, que van mucho más allá de las hojas Excel del pasado”, sostiene Willemsen.