¿Cómo está afectando el coronavirus al mercado tecnológico?

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El impacto del COVID-19 en el mercado tecnológico ya ha comenzado, con marcas importantes sufriendo efectos colaterales debido a su dependencia de la producción en China.

La mayoría de los principales fabricantes dependen de piezas o capacidades de producción de China, pero la fuerza laboral y la capacidad de fabricación del país se han visto muy afectadas. Los trabajadores manuales ahora regresan con cautela a las plantas de fabricación después de estar fuera durante algunas semanas, mientras que los empleados de oficina prefieren seguir trabajando desde casa. Como señalan desde GfK, el impacto del coronavirus en el mercado tecnológico está ejerciendo una gran presión no solo en la cadena de suministro global sino también en las industrias retail y de servicios.

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Si bien algunos fabricantes y minoristas pueden vivir de sus existencias durante un tiempo determinado, la escasez de productos disponibles se convertirá muy pronto en un problema. Esto es especialmente cierto para las industrias tecnológicas, incluso cuando las capacidades de fabricación en China comienzan a recuperarse. La pregunta es si los consumidores estarán dispuestos a aplazar las compras de artículos agotados o si considerarán un producto alternativo que esté disponible de inmediato.

Aunque algunas compañías ya están haciendo planes para diversificar su abastecimiento, el impacto en la oferta será inevitable a corto plazo. Los países vecinos a China podrían beneficiarse económicamente de estos movimientos de cadena de suministro y producción, especialmente aquellos con una fuerte huella tecnológica y de fabricación.

Naturalmente, el precio se convierte en un factor importante en momentos de escasez y es algo a lo que los consumidores son muy sensibles. A nivel mundial, el 44% de los compradores han aumentado la frecuencia con la que comparan los precios en diferentes tiendas en comparación con hace un año. Al mismo tiempo, el 61% de los consumidores señalan el precio como el factor más importante al elegir el producto final.

Los efectos de los aumentos de precios debido a la reducción de la disponibilidad de producto pueden variar desde que los consumidores retrasen una compra, hasta que elijan un producto alternativo en stock, o incluso que no compren un producto. Si se trata de una demanda aplazada, se puede satisfacer en los siguientes trimestres cuando haya suficiente capacidad del lado del fabricante. En el escenario más negativo podría darse que estas compras pospuestas no se materialicen en absoluto, lo que conducirá a la pérdida de oportunidades de ventas y a una disminución significativa del mercado.

La expectativa del consumidor es fundamental, especialmente cuando se trata de ciertos segmentos de consumidores que valoran altamente la inmediatez en sus compras, incluso a expensas de la calidad. A nivel mundial, el 31% de los compradores están "dispuestos a conformarse con un producto o servicio inferior si está disponible cuando lo necesito". A ello se suma que el 22% de consumidores en Europa Occidental necesita que las tiendas y los servicios que utilizan estén disponibles en todo momento. Todo esto puede afectar negativamente a la facturación de los minoristas y los fabricantes.