Un 54% de los ejecutivos del mundo creen que la recuperación económica será en 'U'
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La pandemia tendrá un severo impacto humano, social y económico. Las empresas están reconfigurando sus cadenas de suministro, evaluando el impacto en sus resultados y planificando cómo reforzarse en el contexto actual y seguir siendo competitivos en el futuro. Más de la mitad confían en que la recuperación económica será en forma de "U", con un período lento de la actividad hasta 2021, según EY, compañía que firma el estudio.
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El impacto humano, social y económico del Covid-19 ha cambiado notablemente el sentimiento empresarial, según el Global Capital Confidence Barometer. Éste es un estudio realizado por EY a raíz de una encuesta de EY entre más de 2.900 ejecutivos de 46 países, y que se realizó entre febrero y marzo, y que pone de manifiesto la evolución de los pensamientos y planes de los ejecutivos de todo el mundo, antes y después del 19 de febrero, momento a partir de la cual el índice bursátil S&P deja atrás los niveles máximos ante la evolución de la pandemia.
Antes de esa fecha, el 47% de los ejecutivos se mantenía positivo con la evolución de la economía mundial y solo el 18% se mostraba negativo, mientras que posteriormente estos porcentajes se han situado en el 23% y el 46%, respectivamente. De hecho, el estudio acaba concluyendo que el 73% de los encuestados afirma que esta emergencia sanitaria mundial tendrá un impacto severo en la economía global.
Los cambios en el comportamiento de los consumidores, derivados de la pandemia, están afectando principalmente a los sectores de automoción y transporte, fabricación y consumo. Por el contrario, medios de comunicación y entretenimiento, energía y construcción e Inmobiliario son los menos afectados.
Respecto a la recuperación económica, el 54% de los participantes en la encuesta cree que será en forma de “U”, con un período lento de la actividad hasta 2021, mientras que un 38% opina que será en “V” con un retorno a la actividad normal hacia finales de 2020. Sólo un 8% piensa que será en “L” con un período de recesión en donde la actividad no repuntaría como mínimo hasta 2022.
La inesperada llegada del coronavirus ha obligado a las organizaciones a replantearse sus modelos operativos. El cierre de la actividad en muchos países ha hecho que más de la mitad de los encuestados (52%) esté dando pasos para cambiar su cadena de suministro. Además, el 36% dice estar acelerando sus inversiones en automatización, cerca del 70% de las organizaciones está avanzando o reevaluando su transformación digital y un 39% trabaja activamente en la gestión de su fuerza laboral.
En este sentido, el 72% de los consultados reconoció que su empresa tiene en marcha importantes programas de transformación tecnológica y de negocio derivados, entre otros, de la presión sobre los objetivos de ingresos y de cumplimiento de beneficios; de las mayores presiones ejercidas por los inversores/grupos de interés y por la dificultad para atraer y retener clientes. De hecho, la encuesta revela que el 49% afirmó que sus márgenes de beneficio serán iguales o menores que los de hace dos años.
En lo que respecta a las fusiones y adquisiciones (M&A), también se ha percibido un retroceso en las intenciones de los directivos encuestados, antes y después del 19 de febrero, pasando del 59% al 54% el porcentaje de los que tenían planes de realizar este tipo de operaciones.
No obstante, la realidad en España es que estas operaciones se han paralizado, según Juan López del Alcázar, socio responsable del área de Transacciones. “El Covid-19 ha puesto en “stand-by” casi la totalidad de las operaciones de M&A que estaban en marcha, siendo renovables e infraestructuras los sectores en los que algunos procesos se mantienen activos. En el contexto actual, y a la espera de que la pandemia remita y se reactive la actividad, las compañías necesitan centrarse en sus operaciones y en la gestión de la tesorería”, explica.
No obstante, los ejecutivos mantienen cierto optimismo con la evolución del M&A en los próximos doce meses al considerar que, tal y como ocurrió tras la crisis financiera de 2008, esta situación puede ser una oportunidad para hacer adquisiciones de activos de calidad que impulsen el crecimiento de los negocios en un mercado en recuperación. En este sentido, el 26% de los encuestados señala que hará operaciones para adquirir tecnología, nuevas capacidades de producción o empresas innovadoras; el 25% lo hará con el objetivo de entrar en nuevos mercados, otro 25% se decanta por hacerlas para favorecer concentraciones y el 24% restante apostará por el M&A para responder a los cambios regulatorios, de impuestos, aranceles y para la seguridad de la cadena de suministro.
El 39% de los ejecutivos señaló también una caída de valoraciones como consecuencia de la pandemia, el 38% confiesa que se centrará más en la resiliencia de los negocios cuando valore una transacción y el otro 23% ve el escenario actual como una oportunidad para ganar cuota de mercado.