El sector de las telecomunicaciones es de los más resilientes, según IDC

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El gasto mundial en servicios de telecomunicaciones y televisión de pago alcanzará los 1,55 billones de dólares en 2020, lo que representa un descenso interanual del 1,4%. Sin embargo, el pronóstico de IDC es que el mercado comience a recuperarse el próximo año, aunque los niveles de gasto anteriores a la crisis no se alcanzarán antes de 2022.

En agosto, IDC completó un análisis integral de los resultados reportados por los operadoras de telecomunicaciones a nivel global para el primer semestre de 2020 y, de acuerdo con sus analistas, se confirmó “nuestra tesis de que la industria de las telecomunicaciones ha sido uno de los sectores más resilientes de la economía mundial durante la crisis de Covid-19”. En este sentido, explican que los informes de las operadoras muestran que pudieron evitar pérdidas en los primeros meses del año por el aumento de demanda en el segmento de consumidores durante el confinamiento, las medidas gubernamentales destinadas a proteger a las empresas y a la población del impacto económico de la pandemia, y el hecho de que los servicios de telecomunicaciones se han asegurado mediante contratos a más largo plazo.

Sin embargo, las expectativas de los operadores para el resto de este año son en general más pesimistas, ya que anticipan una disminución de los ingresos debido a una recesión económica que previsiblemente obligará a cerrar empresas, incrementará el desempleo y obligará a recortar el gasto en productos y servicios no esenciales. Como resultado, IDC ha reducido su pronóstico de mercado para 2020 en medio punto porcentual.

El pronóstico de la firma análisis es que la tendencia negativa afecte a todas las regiones del mundo, pero no en la misma dimensión. En el caso de América, la mayor región, los ingresos caerán un 0,5% este año hasta los 613 millones de dólares.

En EMEA, región que aglutina a Europa, y en Asia-Pacífico disminuirán algo más principalmente por el mayor número de clientes sensibles a los precios en países de Asia y África que tiene bajos ingresos. Así, en EMEA el gasto ascenderá a 469 millones (frente a los 479 alcanzados en 2019), es decir, caerá un 2,1%, y en Asia se situará en los 472 millones (frente a los 480 del año pasado), lo que es un 1,7% menos. IDC cree que en los próximos cinco años estos dos mercados se recuperarán algo más lentamente que la región de América porque los clientes de los mercados emergentes sean cautelosos con los costes durante más tiempo.