El uso de la factura electrónica es obligatorio en más del 80% de los países europeos

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Un estudio de SERES confirma que la evolución y el uso de la factura electrónica ha recibido un impulso decisivo en el conjunto del continente en 2020. Hoy todos los países europeos hacen uso de la e-factura en sus transacciones comerciales, y es obligatoria en el 80% de los países.

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En Europa, la factura electrónica está ampliamente extendida en todos los países: se emplea en todos los países e, incluso, en el 80,43% de ellos es obligatorio su uso, frente al 19,57% restante en el que es voluntario. Así lo ha constatado el estudio del especialista en este ámbito SERES, que ha publicado un estudio al respecto.

Según los autores, sus ventajas en un contexto de digitalización de las relaciones comerciales, impulsado a su vez por el estallido de la pandemia, han permitido consolidar su utilización masiva a nivel internacional, ya sea a través de leyes y decretos gubernamentales, en unos casos, o por iniciativa propia del mercado en otros países, en otros.

La Comisión Europea lleva muchos años actuando como agente dinamizador de la factura electrónica, lo que ha convertido a la Unión Europea (UE) en un referente en el ámbito de la implantación y el uso de la e-factura. De hecho, la factura electrónica está posicionada dentro de la Agenda Digital Europea como un elemento tractor y facilitador de las relaciones internas en el mercado común y de la competitividad de las empresas de la zona. Se ha impulsado su uso con la directiva 2014/55/UE y, desde abril del año pasado, todas las Administraciones Públicas de la UE, tanto centrales como regionales y locales, están obligadas a recibir y procesar facturas en formato electrónico.

De acuerdo con el informe, Italia y España se han convertido en los principales referentes a nivel europeo, al ser ambos países pioneros en apostar por la introducción de la factura electrónica en el ámbito B2B. Así, en España, desde el 1 de julio de 2018, las empresas subcontratadas que trabajan para proveedores de las Administraciones Públicas están obligadas a facturar electrónicamente a los contratistas cuando el importe de los trabajos o servicios supera los 5.000 euros. Para ayudar a los subcontratistas en esta nueva obligación y facilitar el intercambio de las facturas electrónicas, la AEAT ha puesto a disposición de los operadores económicos y particulares un Registro Electrónico Único, también conocido como FACeB2B.

Italia, por su parte, ha sido el primer país europeo en establecer como obligatoria la facturación electrónica en el entorno B2B, tan solo cuatro años después de hacerla obligatoria para el B2G.  Así, desde el 1 de enero de 2018, los subcontratistas de los proveedores de suministros y servicios a la Administración Pública tienen que facturar electrónicamente y, a partir del 1 de enero de 2019 la obligatoriedad de factura electrónica se extendió a todas las compañías del país, utilizando como estándar el formato FatturaPa o cualquier otro formato aprobado por la UE.

Fuera de la UE, otros países europeos como Noruega, Moldavia, Ucrania, Bilorrusia, Suiza, Turquía, Albania, Reino Unido, Liechenstein, Islandia, han apostado también por hacer obligatorio el uso de la factura electrónica.

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