Los productos electrónicos no se librarán de los aranceles de la administración Trump
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El presidente estadounidense advierte que en los próximos días "echará un vistazo a los semiconductores y a toda la cadena de suministro de electrónica" para establecer un arancel específico para el sector, con el objetivo de repatriar su producción. Nvidia ha anunciado que fabricará chips en Estados Unidos.
Finalmente, el gobierno estadounidense no dejará exentos de aranceles a productos electrónicos de consumo como móviles y ordenadores. Así lo ha confirmado el presidente Donald Trump, asegurando que la tregua temporal terminará pronto, y que los productos exentos "simplemente se trasladan a un 'cubo' arancelario diferente". "Nadie se va a librar", advirtió en un mensaje publicado en las redes sociales.
En los próximos días, la administración de Trump "echará un vistazo a los semiconductores y a toda la cadena de suministro de electrónica" para establecer un arancel específico para el sector. Algunos medios, como Bloomberg, apuntan que será inferior al establecido contra China y "quizás" superior al 10% fijado a otros países.
El objetivo de Washington con esta política arancelaria es repatriar la producción de productos tecnológicos. En el caso de los semiconductores, encarecer la importación dañaría profundamente el negocio de gigantes que los fabrica y de los que dependen de ellos para sus productos electrónicos. Estas empresas están ahora en disposición de presionar al Gobierno estadounidense para pedir un trato favorable, y Trump se ha mostrado dispuesto a negociar con ellas. "Hay que mostrar cierta flexibilidad. Nadie debería ser tan rígido", ha afirmado.
El Efecto Trump en acción: Nvidia fabricará chips en EEUU
Por lo pronto, el gigante de la fabricación de chips Nvidia ha anunciado que fabricará sus supercomputadoras de IA íntegramente en Estados Unidos, como parte de su compromiso de producir 500.000 millones de dólares en infraestructura de IA en Estados Unidos durante los próximos cuatro años.
La compañía construirá y probará sus chips avanzados en Arizona y sus supercomputadoras de IA en Texas, con más de un millón de pies cuadrados de nuevo espacio de fabricación.
El presidente Trump ha hecho de la fabricación de chips con sede en Estados Unidos una prioridad como parte de su incesante búsqueda de un renacimiento de la fabricación estadounidense, y está dando sus frutos, con billones de dólares en nuevas inversiones aseguradas solo en el sector tecnológico.