Más del 40% de los gastos cloud se debe a recursos no utilizados

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Una de las ventajas de cloud es el consumo de los recursos informáticos en función de lo que se necesita. Sin embargo, un mal dimensionamiento de las capacidades por parte del desarrollador en unos casos o simplemente no reducir la capacidad cloud cuando ya no se necesita, está llevando a que las compañías estén pagando por una gran cantidad de recursos no utilizados.

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El uso ineficiente de los recursos informáticos crea pérdidas en cualquier empresa, y las operaciones de TI a gran escala no son ajenas a esto. Con las cargas de trabajo de TI, que se mueven y procesan cada vez más en la nube, el exceso de potencia de cálculo se ha convertido en un problema y así lo ha analizado IONOS.

Y éstos son algunos datos que aporta: el gasto innecesario en la nube se produce cuando las empresas adquieren más capacidad de la que realmente necesitan. Para demostrarlo, cita datos de Gartner que en un reciente estudio sostiene que las empresas de todo el mundo pagaron más de 12.000 millones de euros por recursos de cloud innecesarios, y los costes se elevarán a unos 20.000 millones de euros en 2021.

Otras encuestas recientes apuntan a que el 44% de los gastos específicos de las nubes en todo el mundo se deben a recursos no utilizados. Los costes adicionales por no cerrar los recursos de la nube una vez que se han utilizado ascienden a 8.000 millones de euros anuales.

Según IONOS, cuantos más datos y aplicaciones haya en la nube, mayor será el riesgo de pérdidas, ya que cada vez es más difícil seguir su rastro. Por cada nueva aplicación que se crea en la nube, se necesitan nuevos recursos que no siempre pueden adaptarse a los requisitos de la aplicación y, además, los centros de datos deben garantizar contractualmente a sus clientes que podrán disponer de la máxima capacidad en cualquier momento. “Lo ideal sería que los usuarios redujeran a corto plazo las capacidades de la nube que necesitan una vez finalizada una tarea, aunque muchos usuarios no lo hacen”, asegura la compañía.

En definitiva, detalles como no reducir la capacidad contratada cuando ya no se necesita o establecer capacidades excesivas que no son necesarias, pueden llegar a disparar el gasto de una empresa de manera innecesaria.

Esta situación también es negativa para los proveedores de cloud. Por ejemplo, “cuando las capacidades de los servidores existentes se reservan, pero no se utilizan, o los usuarios de la nube sólo cubren picos de carga elevados durante un período de tiempo limitado, los operadores de la nube tienen que disponer de servidores adicionales. Esto eleva los costos para todos los clientes, que deben pagar la factura de las inversiones en centros de datos”, explica la firma.

Para resolver este asunto, Mark Neufurth, director de estrategia de la organización, sugiere a los usuarios que elijan “un proveedor cloud que ofrezca precios claros desde el principio. Además, ayuda la escalabilidad granulada de los recursos de la nube, completada por interfaces de administración fáciles de usar e interfaces claramente definidas para la infraestructura compuesta automática. La capacidad es un recurso valioso, pero todavía tenemos que aprender a utilizarlo eficientemente en un entorno cloud”.