Una de cada cinco empresas usará los móviles como tarjetas de acceso en 2020
- IT User
La ventaja de esta tecnología es que se puede desplegar ampliamente en múltiples sectores para asegurar el acceso a una extensa gama de instalaciones, asegurando que sólo las personas autorizadas tienen acceso a los lugares específicos.
Los dispositivos móviles siguen ampliando su utilidad para todo tipo de situaciones; por ejemplo, para el acceso físico a oficinas y locales. De hecho, un 5% de las organizaciones ya utilizaba el año pasado los terminales para ese fin, según Gartner. Sin embargo, la consultora calcula que en 2020 será una de cada cinco empresas la que lo haga, en sustitución de las tradicionales tarjetas de acceso. A juicio de David Anthony Mahdi, director de investigación de Gartner, “una importante fracción de las organizaciones utilizan tecnologías legadas de acceso físico que son sistemas propietarios, cerrados y tienen una capacidad limitada para integrarse con la infraestructura de TI”. Sin embargo, para el directivo, “la creciente disponibilidad de las tecnologías móviles y cloud de muchos proveedores de sistemas de control de acceso físico tendrá impactos importantes sobre cómo estos sistemas pueden ser implementados y administrados”, añade.
La ventaja de esta tecnología es que se puede desplegar ampliamente en múltiples sectores para asegurar el acceso a una extensa gama de instalaciones (edificios, oficinas, centros de datos, salas de plantas, almacenes, etc.), asegurando que sólo las personas autorizadas tienen acceso a los lugares específicos. Además, la tecnología móvil ya se utiliza para el control de acceso lógico, por lo que Gartner prevé que los mismos tipos de beneficios de coste y experiencia de usuario impulsarán el uso de los teléfonos inteligentes como tarjetas de acceso físico mediante la utilización de protocolos como Bluetooth, Bluetooth LE y Near Field Communication (NFC).
Además, según Mahdi, el uso de smartphones también puede simplificar la integración de las tecnologías biométricas. “En lugar de tener que agregar dispositivos de captura biométrica en o junto a los lectores, el teléfono en sí puede ser fácilmente utilizado como un dispositivo de captura de cara o voz (o ambos), con la comparación y la coincidencia hecha localmente en el teléfono o centralmente. Este enfoque también mitiga los riesgos de un atacante que se haga con el móvil de un empleado”, puntualiza el directivo.
Ahora bien, la consultora reconoce que todavía esta tecnología tiene ciertas limitaciones. Por ejemplo, hay una disparidad significativa de funciones entre los móviles, y algunos líderes de seguridad y gestión de riesgos deben ser conscientes de que sus lectores de tarjetas físicas y sistemas de control de acceso podrían requerir una actualización significativa para utilizar los terminales para el acceso físico.
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